Otro talento cubano abandonó la Isla para hacer carrera en el extranjero. Se trata del receptor granmense Jonathan Linares, quien emigró tres semanas antes de que el Gobierno de La Habana cerrara los aeropuertos debido como medida para evitar la propagación del coronavirus.
Pese a que se proyectaba como el receptor del equipo Cuba para el próximo Mundial de la categoría, Linares eligió irse del país en marzo.
El joven, natural de Bayamo y con 15 años recién cumplidos, salió de Cuba en compañía de su madre y ahora se encuentra instalado en República Dominicana, donde buscará el objetivo de tantos peloteros antillanos: firmar contrato con una organización de Grandes Ligas.
Linares es un prospecto legítimo con una defensa sólida, buen guante y tiros a la segunda base por debajo de los dos segundos. Además presenta una ventaja recurrente en los tiempos actuales de béisbol: batea a las dos manos.
Aunque parece un bateador más natural a la zurda, el granmense golpea con la misma rapidez en ambos casos. Es un swing bastante fluido, veloz y potente que debe aumentar el poder ocasional en los próximos meses.
Linares podrá firmar un contrato profesional a partir de 2021. Varias organizaciones y scouts se han interesado por sus herramientas y el resto del camino depende del trabajo que realice en el futuro cercano.
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