La actriz y bailarina cubana Amalia Aguilar falleció en la noche de este lunes en la Ciudad de México, a los 97 años, confirmaron familiares de la artista en su perfil oficial de Facebook.
“QEPD Amalia Aguilar. Hoy despedimos a la mamá, a la abuela, a la actriz, pero sobre todo a la amiga. Que tu luz acaricie la vida de todo aquel que te vibre dentro de su corazón, gracias por ser nuestra guía y fortaleza. Por siempre tus hijos, nietos y bisnietos”, expresó la comunicación oficial del fallecimiento de una de las estrellas rumberas de la reconocida Época de Oro del cine mexicano.
Amalia Aguilar, retirada hace años del foco de los medios, es recordada este día por sus coreografías muy cubanas en los filmes Mis tres viudas alegres, Al son del mambo, La cariñosas, Calabacitas tiernas, Novia a la medida y Ritmo del Caribe, entre otras de las 23 películas en las que actuó a lo largo de su carrera cinematográfica.
La actriz cubano-mexicana nació el 3 de julio de 1924 en Matanzas, donde comenzó a dar sus primeros pasos como bailarina siendo una niña, al lado de su hermana.
El bailarín cubano Julio Richard la descubrió en 1944 y fue quien la lanzó al camino de la fama en México, refiere su biografía en la página oficial en internet.
El debut de Amalia en el cine fue con Pervertida, de 1946, cuando tenía 22 años. Este filme le abriría las puertas a una serie de películas, para interpretar varios roles protagónicos dentro del llamado “Cine de rumberas” de la Época de Oro del Cine Mexicano.
En su filmografía sobresalen más los musicales y comedias, en los que hizo célebres parejas fílmicas con figuras como Germán Valdés “Tin Tan”, Pedro Infante, Ángel Garasa, Adalberto Martínez “Resortes” y Silvia Pinal.
Debutó en Hollywood en 1947 con la cinta A night at the follies, del productor Howard Hughes. Allí compartió créditos con la actriz Evelyn West.
La prensa de la época la bautizó con el nombre artístico de “La Bomba Atómica”, por sus explosivos y rítmicos bailes cubanos.
Su nombre completo es Amalia Isabel Rodríguez Carriera. Se casó con el médico peruano Raúl Beraún de Bedoya, con quien tuvo a sus hijos Daphne, Raúl y Jorge.
Tras la muerte de su marido en un accidente aéreo, Amalia Aguilar se retiró del mundo del espectáculo, donde dejó un impresionante legado de cubanía.
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