APP GRATIS

¿Prestarías o alquilarías tu vientre? La polémica práctica de la maternidad subrogada

A raíz del auge de esta práctica en el mundo, el sitio especializado Baby Center en español ha publicado una historia de dos mujeres que atravesaron por el proceso, aunque no ya utilizándolo como un medio para satisfacer necesidades económicas, sino para ayudarse entre sí a formar una familia.

Vientres de Alquiler © minoriascreativas.com
Vientres de Alquiler Foto © minoriascreativas.com

Este artículo es de hace 7 años

Fue en octubre del pasado año cuando el insólito anuncio de una cubana que alquilaba su vientre a través de la plataforma de clasificados Revolico puso sobre la mesa el tema de la maternidad subrogada dentro de la Isla.

Abierto el debate, las opiniones discurrieron entre la aceptación y repudio total al uso de esta práctica -aprobada en muchos países desarrollados- con fines lucrativos.

De igual forma, se entendió que la Cuba actual carece de un marco jurídico, de estructuras legales o de asesoramiento psicológico que apoyen tanto a la madre de alquiler como a los padres biológicos (ya sean nacionales o extranjeros).

La cubana que colocó su anuncio expresó haber considerado la opción, en primer lugar, porque ya era madre y no deseaba más hijos, y en segundo porque a pesar de ser profesional, ganaba muy poco. “Solo intento darle una mejor vida a mi hija y a mi madre", explicó.

A raíz del auge de esta práctica en el mundo, el sitio especializado Baby Center en español ha publicado una historia de dos mujeres que atravesaron por el proceso, aunque no ya utilizándolo como un medio para satisfacer necesidades económicas, sino para ayudarse entre sí a formar una familia.

El artículo cuenta la historia de las australianas Calie Fletcher, de 45 años, y de Jeni Mitchell, de 40, amigas por más 20 años. La segunda se ofreció a cargar en su vientre al bebé de la primera, quien ya había intentado sin éxito tener un segundo hijo.

Durante el parto de su primogénito, Calie sufrió una hemorragia. Luego de esta experiencia, intentó por dos años quedar embarazada nuevamente sin éxito alguno. Jeni, que enseguida se ofreció como madre sustituta, confiesa a la publicación que para ella “la subrogación era solo un ‘trabajo’ que tenía que hacer”.

“Procedí con el tratamiento siempre entendiendo que este bebé era producto de un embrión de Calie y su esposo Michael, por lo que no tenía ninguna conexión de ADN (ácido desoxirribonucleico) con nuestra familia. Esto hizo todo más fácil. Además, mi esposo Steve y yo estábamos 100% seguros de que habíamos completado nuestra familia, así que nunca tuvimos el anhelo de otro hijo. Todo fue muy sencillo en ese sentido. Fuimos los candidatos perfectos para este proceso”, narró.

Existen además algunos consejos que las protagonistas de esta historia no quieren dejar de transmitir a las familias que pasan por este proceso. “Sabemos que el compartir nuestra historia ayudará a otros a comenzar una conversación sobre este tema”, apuntó Calie.

“Pasar por tratamientos de fertilidad es estresante. Muchas personas te dirán que estés calmado, pero para mí fue imposible no preocuparme. Entiendo que es importante permitirnos sentir todas las emociones…“, acotó

Pero para la madre, la comunicación es la clave, según asegura es “muy importante ser abiertos y honestos entre sí durante el proceso”.

“La mujer que prestará su vientre tiene que limitar sus expectativas. Mientras que los padres del bebé deben proporcionar todo el apoyo, durante y después del embarazo, a quien prestará el vientre”, explicó por su parte Jeni.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689