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SN 57: En todas partes cuecen... batazos

Le propongo centrarnos en tres departamentos y empezar por el slugging, donde sencillamente impera la locura.

Dennis Laza © Radio Mayabeque
Dennis Laza Foto © Radio Mayabeque

Este artículo es de hace 6 años

Cuando ayer escribí sobre el desmesurado average de un grupo de hombres encabezados por Frederich Cepeda, evité con toda intención referirme a otros lideratos ofensivos que también muestran cifras propias de un deporte que definitivamente no es el béisbol, tal como lo conocemos desde siempre.

Le propongo centrarnos en tres departamentos y empezar por el slugging, donde sencillamente impera la locura. Baste este dato: cumplidos más de treinta juegos por escuadra, los diez primeros de la clasificación promedian ¡.634! El propio Cepeda ocupa la vanguardia con un inverosímil .768, y después se coloca, para sorpresa de tirios y troyanos, Dennis Laza (.713).

Encima, otros cuatro jugadores andan sobre 600 puntos: Lázaro Hernández (.640), Lázaro Cedeño (.624), Yunior Paumier (.623) y Yordanis Samón (.606). Lo curioso es que de todos ellos, solo el gran jardinero espirituano y el ahora designado industrialista destacaban hace algún tiempo en este indicador, uno de los más elocuentes de la estadística del béisbol.

Punto y aparte. Sigo con el porcentaje de embasado. ¿Me creerá usted cuando le diga que malanga y el puesto exhiben dígitos superiores a la barrera de los .400? ¿Le parece normal que eso suceda a estas alturas del evento? ¿Será lógico que un semi desconocido como Gelkis Jiménez ande por .481, y que cinco peloteros se embasen más de una vez cada dos turnos?

Por último, oh Dios mío, el OPS. La sumatoria de slugging y OBP, tan ilustrativa del valor real del jugador. Lo primero que va a pensar usted con este número, 1411, es que alude a uno de los años iniciales del lejano siglo XV. ¿A que sí? Pues me temo que se ha equivocado, pues se trata del OPS de Cepeda, desbocado caballo en la sabana del pitcheo cubano.

Sin embargo, no cometa el error de creer que el “24” es rara avis en nuestro panorama. Para nada. Fíjese que Laza está en .1209, Paumier en .1203, Rafael Viñales en .1104 y un dilatado etcétera también blasona de guarismos infrecuentes en el juego.

Visto el caso, es comprensible que la nostalgia nos devore a todos los que vimos y vivimos aquel tiempo pasado y hermoso del béisbol nacional.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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