El boxeo profesional cubano tiene un sábado intenso este 25 de noviembre. Dos de sus principales figuras suben al ensogado en el Madison Square Garden en Nueva York: Sullivan Barrera y Yuriorkis Gamboa.
Si bien la atracción principal de la velada organizada por HBO, es el duelo entre el ruso Sergey Kovalev y el ucraniano Vyacheslav Shabranskyy, por el título de la Organización Mundial, OMB, las presentaciones de los antillanos despiertan muchísimo interés.
Barrera (20-1, 14 nocauts) choca ante el dominicano Félix Valera (15-1, 13) en busca de un éxito que lo coloque en una posición más ventajosa para disputar una faja del orbe en 2018.
Actualmente, “El Hijo de Fefita” es el ranqueado número uno de la Asociación Mundial de Boxeo, AMB, y un éxito ante Valera (casi) le daría el boleto para contender ante el igual ruso Dmitry Bivol, actual monarca regular de la entidad.
Sin embargo, “Mangú” Valera no es ningún desconocido. Su hoja de servicio indica que llegó a ser rey universal en la categoría semipesada y apenas perdió en tarjetas de los jueces el título interino AMB ante Bivol, en mayo del 2016, en lo que resulta su única derrota.
Mientras que Sullivan sueña con seguir escalando posiciones en el futuro inmediato, Gamboa apetece montarse en una máquina del tiempo que lo devuelva al pasado. “El Ciclón” ha perdido fortaleza, ritmo de boxeo, precisión en su golpeo y, sobre todo, confianza.
Su oponente será el puertorriqueño Jason “Canito” Sosa (20-2-4, 15), un fajador igual experimentado, y quien también ostentó algún día una corona en las 130 libras, por lo que anhela retornar a sus tiempos más felices.
Originalmente, Sosa había acordado enfrentar a Robinson Castellanos –el mismo que este año sacó de circulación a Gamboa-, quien se retiró debido a una lesión. Tras este incidente, Golden Boy, promotora del guantanamero, lo ubicó en la cartelera en lo que muchos entienden como su última oportunidad para demostrar que aún puede rendir al más alto nivel.
Los cubanos Sullivan Barrera y Yuriorkis Gamboa viven realidades diferentes; sin embargo, ambos están obligados a obtener la victoria para cumplir los objetivos que tienen a corto y mediano plazo.
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