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Omar Prieto Solís: "No trabajo para ningún gobierno ni tuve contacto con ningún barco norcoreano"

El ciudadano cubano acusado de blanquear dinero en Panamá y de estar relacionado con el barco norcoreano interceptado con armas cuenta a CiberCuba su versión de los hechos.

Omar Prieto Solís. © CiberCuba
Omar Prieto Solís. Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 6 años

Omar Prieto Solís (La Habana, 1969) fue primero detenido y luego expulsado de Panamá el 18 de enero de este año, acusado de blanqueo de capitales, lavado de dinero y de estar relacionado con el barco norcoreano Chong Chon Gang. El buque fue interceptado el 10 de julio de 2013 en el puerto panameño de Mazanillo, cargado aparentemente con 200.000 quintales de azúcar procedente de Cuba. Sin embargo, escondía en una de sus bodegas, bajo una plancha de metal, dos contenedores de armas, muchas de ellas de fabricación rusa. Toda la mercancía fue decomisada por Panamá. Casi tres años después, la tripulación logró zarpar.

Natural del Cotorro, Omar Prieto Solís, que también tiene nacionalidad española, ha contado a CiberCuba su versión de lo ocurrido. Este portal de noticias se puso en contacto con las autoridades panameñas hasta en tres ocasiones para saber por qué si supuestamente este ciudadano cubano guarda relación con el tráfico de armas fue puesto en libertad y enviado automáticamente a Cuba; por qué llegó a La Habana sin un informe de deportación; por qué si tiene nacionalidad española y cubana decidieron deportarlo a la Isla y no a España, por qué no existe una orden de Interpol para detenerlo y, finalmente, preguntamos si se ha investigado la denuncia de corrupción que interpuso a los funcionarios de Aduanas. Recibimos la callada por respuesta.

La primera pregunta para Omar Prieto Solís es obligada. ¿Es un militar cubano o funcionario de la Seguridad del Estado? Lo niega rotundamente. "No trabajo para ningún gobierno. Estoy desvinculado de cualquier sistema político", responde por teléfono desde Cuba.

El dinero

18 de enero de 2017. Omar Prieto Solís tiene un billete de avión en las manos. Está a punto de embarcar en un vuelo a La Habana, pero dentro del aeropuerto de Panamá recibe la llamada de uno de sus clientes. Lleva encima un dinero de facturas atrasadas, de ventas de material relacionado con la joyería. Tras recibir los 52.460 dólares, Prieto Solís, que en ese momento mantenía activas tres empresas en territorio panameño, pospone su viaje a Cuba y se dirige a los funcionarios de Emigración para informarles de que no ha viajado. "Si no le hubiera recibido el dinero en ese momento habría tenido que esperar un mes más para cobrarlo, Cobrar el dinero dentro del aeropuerto no viola ninguna ley. Claro que podía haber salido del aeropuerto sin declararlo, pero habría incurrido en una ilegalidad porque si lo hubiera hecho y me revisan me habrían acusado de lavado de capitales, como me están acusando ahora", explica.

Claro que podía haber salido del aeropuerto sin declarar el dinero, pero habría incurrido en una ilegalidad porque si lo hubiera hecho y me revisan me habrían acusado de lavado de capitales, como me están acusando ahora

Prieto Solís rellena el formulario de Aduanas y declara el monto del dinero recibido con la intención de introducirlo al país. De ahí se va directo al departamento donde se hace el conteo del dinero. Comienza su calvario.

Al declarar el dinero, Prieto Solís sólo dio parte de la cantidad recibida en el sobre. No incluyó el dinero que llevaba encima para el viaje a Cuba (1.696 dólares). Ese error le lleva de cabeza a una entrevista con varios funcionarios de Aduanas. En el interrogatorio le preguntan por el cliente que le pagó dentro del aeropuerto, por su actividad comercial... El comerciante cubano les muestra facturas de la zona donde compra su mercancía, libre de impuestos, en Panamá.

Sus respuestas no convencieron a los funcionarios. Allí mismo, en la entrevista, le dijeron que lo expulsarían del país, acusado de un delito de defraudación aduanera, porque no querían que siguiera dedicándose a hacer negocios en este país. Prieto Solís tenía entonces una empresa dedicada a la venta de autos y piezas de repuesto, con dos empleados a su cargo, que se vio obligado a cerrar tras su expulsión de Panamá. También era propietario de una inmobiliaria de bajos recursos, que logró vender, y del negocio de joyería.

Los funcionarios de Aduanas le quitaron el teléfono, le prohibieron llamar a un abogado y le retiraron su documentación. Lo encerraron en una habitación junto con los inmigrantes que no dejaban entrar a Panamá o que iban a ser deportados y le prometieron que en dos horas resolverían su caso.

Prieto Solís, que tenía residencia panameña y su hijo y su familia en el país, consiguió que le prestaran un teléfono y llamó a su abogado. El letrado lo tranquilizó diciéndole que estos casos son habituales y que detrás de ellos hay funcionarios corruptos que hacen lo posible por quedarse con el dinero.

Cuatro horas más tarde, el empresario cubano recibe la peor de las notificaciones: no le dejarán entrar más en Panamá y lo subirán al primer avión que vuele hacia Cuba. De nada sirvió que Prieto Solís sacara su pasaporte español y pidiera que lo enviaran a España. Le dieron 500 dólares de su dinero y lo mandaron para La Habana. El informe lo firmó la inspectora de Aduanas Yeni Salcedo.

Omar Prieto Solís antes de ser deportado a Cuba.

La deportación

Ése mismo 18 de enero, Omar Prieto Solís llegó a La Habana, deportado desde Panamá. Al arribar a la Isla, los funcionarios de Inmigración, que ya tenían un informe de que estaban deportando a alguien desde Panamá, le preguntaron por lo ocurrido porque no les había llegado ningún informe de la deportación. Fue entonces cuando le dijeron que no tenían nada contra él, al carecer, además, de antecedentes penales en Cuba. Le dejaron entrar al país con la recomendación de que arreglara sus asuntos en la Embajada panameña.

Desde Cuba, Omar Prieto Solís contactó con su abogado panameño. Antes de deportarlo a Cuba, los funcionarios de Aduanas le dieron una citación para presentarse al día siguiente a reclamar el dinero que le habían retenido. Obviamente, si estaba deportado en Cuba, no podía reclamarlo. Su abogado puso una demanda para reclamar el dinero y fue entonces cuando los 52.460 dólares fueron depositados en el Banco Nacional de Panamá, a la espera de que Prieto Solís vaya a reclamarlos. "El dinero no está confiscado. Está retenido pero no me dejaron ir al otro día a reclamarlo. Me deportaron para Cuba", explica a CiberCuba.

Su abogado interpuso una querella en la Fiscalía Anticorrupción contra los funcionarios de Aduanas y Emigración, que pertenecen al Consejo de Seguridad Nacional de Panamá. El proceso sigue su curso.

Denuncia interpuesta por Omar Prieto Solís en Panamá, tras ser deportado.
Denuncia presentada por Omar Prieto Solís en Panamá.

De aeropuerto en aeropuerto

Desde el año 2009, Omar Prieto Solís ha entrado 65 veces en Panamá, tal y como consta en la documentación que ha facilitado a CiberCuba. La mayoría de los viajes, han estado relacionados con su trabajo. Ha visitado Ciudad México, Bogotá, Pereira e Isla de San Andrés (Colombia), Quito (Ecuador), Guatemala, Miami (EEUU), San José (Costa Rica), Aruba, Nicaragua, El Salvador, República Dominicana, Perú... pero, sobre todo, ha volado a La Habana y dentro del mismo Panamá.

Extracto de los viajes realizados por Omar Prieto Solís que aportó como prueba de su trabajo como comerciante.

Risa y rabia

El pasado 13 de octubre, el Gobierno panameño emitió una nota de prensa, dando cuenta de la detención y extradición de varios delincuentes internacionales, entre los que nombró a Omar Prieto Solís. La noticia la hizo pública el propio ministro panameño de Seguridad Pública, Alexis Bethancourt, que definió a los arrestados de "delincuentes de alta peligrosidad". Del empresario cubano dice que "estaba solicitado por los delitos de blanqueo de capitales y lavado de activos". "También se confirmó que tenía vínculos con los norcoreanos que estuvieron involucrados en el tráfico de armas dentro del barco Chong Chon Gang, que fue incautado el 10 de julio del 2013", señaló.

Omar Prieto Solís despejó estas dudas enviando a CiberCuba el certificado de Interpol, que demuestra que no está en busca y captura por ningún delito. También envió su certificado de antecedentes penales en Cuba, que acredita que está limpio.

Certificado de Interpol, que acredita que Omar Prieto Solís no está buscado por ningún delito y carece de antecedentes.

Consultado sobre esta acusación, Prieto Solís dijo a CiberCuba que le da "risa y rabia a la vez". "En el momento en que el ministro estaba haciendo esas declaraciones en la televisión, yo estaba pasando unas vacaciones en la República Checa, en Praga, y un allegado me avisó de que estaban haciendo ese anuncio. Me sorprendió que me estuviera buscando la Interpol y que yo hubiera podido pasar por dos aeropuertos. ¿Qué podía hacer? ¿Iba a llamar al noticiero para decir que era mentira lo que estaba diciendo?", comenta.

A estas alturas, Prieto Solís tampoco entiende por qué le han relacionado con el barco norcoreano cargado de armamentos. "No tengo ni la más mínima razón por la cual me quieren vincular. La abogada dice que es una justificación que están dando los funcionarios que demandé para que me sigan negando la entrada a Panamá", apunta.

El barco

Omar Prieto Solís explica que cuando las autoridades panameñas interceptaron el Chong Chon Gang, cargado de azúcar cubano y armas rusas, él estaba en los Estados Unidos. "Yo me enteré mucho después. No sabía ni de dónde venía el barco ni qué había pasado. No estoy vinculado políticamente a ningún país", aclara.

Tampoco entiende que las autoridades panameñas digan que lo han capturado, cuando él fue deportado a Cuba el mismo día que lo arrestaron en el aeropuerto. Por eso está convencido de que lo han catalogado como un "delincuente peligroso" con el objetivo de prolongar más la prohibición de entrada en Panamá.

Lo más cerca que Prieto Solís ha estado de un norcoreano fue en un vuelo Habana-Panamá, el año pasado. El pasajero que iba a su lado era de esta nacionalidad. Con él, asegura, habló de las "boberías" que uno habla en un avión: cuántos países conocía... "Me imagino que es comerciante, pero no le pregunté. Es el único norcoreano que he visto en toda mi vida. Yo no he tenido ningún tipo de contacto ni con el barco, ni con Norcorea. Ni mucho menos", recalca. Además insiste en que es llamativo que su nombre no aparezca en el expediente del barco norcoreano, al que ha tenido acceso su abogada.

Su hijo

Para pasar las vacaciones con su hijo, que vive en Panamá con la madre, ciudadana de ese país, Prieto Solís ha tenido que mover cielo y tierra. El niño llegó a La Habana este verano y regresará de nuevo en enero. Para conseguirlo tuvo que poner una reclamación en el Tribunal Superior del Menor, que denegaron porque "como estoy peleando contra políticos que están en el poder hasta el año que viene, que acaba la legislatura, ellos ejercen presión", dice.

Le costó, pero lo consiguió. Como también espera que se haga justicia a principios del año que viene, cuando se celebre su juicio en Panamá. Espera para entonces recuperar no sólo la residencia panameña sino también la posibilidad de entrar en los Estados Unidos, ya que a raíz de lo ocurrido le retiraron el derecho a solicitar el visado ESTA.

Mientras tanto,Omar Prieto Solís vive en La Habana de los ingresos de una propiedad alquilada y de sus ahorros. "Los daños emocionales son incalculables porque me distanciaron de mi hijo, al que estoy muy unido, más el desprecio de las personas que vía Internet han leído la información divulgada. Estoy convencido de que el hecho de ser cubano ha pesado en mi contra".

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)