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¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en verano?

Las diarreas, la hepatitis viral y la intoxicación alimentaria son las enfermedades más frecuentes en el verano cubano

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Este artículo es de hace 5 años

Las diarreas, la hepatitis viral y la intoxicación alimentaria son las enfermedades más frecuentes en el verano cubano según datos revelados por la Oficina Nacional de Estadísticas. Según datos del Ministerio de Salud Pública el país redujo considerablemente la cantidad de casos de dengue en el pasado año y solo hubo trasmisión de zika en 14 municipios del país en tanto no se reportaron casos de chikunguña por lo que puede deducirse que ha disminuido por el trabajo preventivo la infestación por el mosquito trasmisor de estas enfermedades. Ya estamos en verano la familia se va a la playa y la costumbre es llevar gran parte de los alimentos ya elaborados, muchas de estas comidas se preparan por la madrugada para ser ingeridas nueve o diez horas después de su cocción. El traslado y la demora en consumirlas hacen que estos alimentos: arroz, carnes en salsas, tamales, perritos calientes, panes con mayonesa… se echen a perder rápidamente, aunque muchas veces no nos demos cuenta del mal estado de conservación. La principal consecuencia son los procesos diarreicos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo cada año las enfermedades diarreicas por transmisión alimentaria o hídrica son responsables de la muerte de alrededor de 2 millones de personas, en su mayoría niños. Para evitar estas enfermedades transmisibles durante los meses venideros el Ministerio de Salud Pública incrementará las exigencias con los vendedores de alimentos, los centros de elaboración, almacenamiento y conservación de los mismos. Las lluvias que se están produciendo en las tardes favorecen los criaderos de mosquitos, moscas, cucarachas, ratones, que se alimentan de los deshechos que quedan en los lugares donde nos divertimos sin recordar la limpieza posterior. Esta combinación trae consigo la aparición de dengue, la presencia de la leptospirosis, que llega a las aguas y los alimentos que consumimos a través de la orina de los roedores. Las heces fecales son las trasmisoras de la hepatitis y la fiebre tifoidea y hay que poner atención a la deposición de estos deshechos. Hay entonces que extremar el cuidado con el agua que bebemos. Algunas familias que hierven el agua, pero lo más efectivo es agregarle hipoclorito de sodio, que se vende en las farmacias del país y en las bodegas en las zonas rurales. Las intensas lluvias generan enfermedades diarreicas agudas, el agua se contamina, se pone turbia, arrastra con las lluvias microorganismos y partículas que incrementan los cuadros diarreicos. En esos periodos aumentan las moscas en el ambiente, las cuales trasladan bacterias de un lugar a otro. Como podemos ver gran parte de las acciones que se pueden y deben tomar para evitar la aparición de estas enfermedades tan frecuentes en el verano dependen de acciones de todos y cada uno de nosotos. Si estamos atentos y cumplimos con estas elementales medidas higiénicas podremos disfrutar de un verano feliz. Ah y otras dos recomendaciones evite el exceso de bebidas alcohólicas, el que maneja no debe tomar y cuide de los niños, ellos en esta etapa están propensos a los temibles accidentes.

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