Una carta de condolencias firmada por Antón Arrufat (en calidad de presidente), y Reinaldo Montero (secretario general) de la organización Pen cubano, a raíz de la reciente muerte de dos escritores ―Miguel Mejides (13 de junio) y Rafael Alcides (20 de junio)― ha reabierto la polémica sobre la legitimidad de esta asociación formada por autores residentes en la Isla.
Un extenso artículo publicado por el ensayista Antonio José Ponte en Diario de Cuba reflexiona sobre la pertinencia de tal definición, sobre la que ya protestaron, en octubre de 2017, los integrantes del PEN Club Cubano en el exilio (1997), con sede en Coral Gables (Florida).
En ese momento la organización de escritores cubanos en el exilio envió una comunicación electrónica a todos sus miembros, en la que rechazaban la decisión tomada por el PEN Internacional de Escritores de dar vía libre a la fundación de un “PEN cubano”.
En la crítica alegaban el carácter oficialista “que tiene todo lo que emane o autorice la dictadura totalitaria que por cerca de 60 años asola la Isla”.
Parte importante de los argumentos de los escritores exiliados giraba en torno a que un “PEN cubano” atentaría “contra los principios de libertad que animaron la fundación del PEN-Internacional en el año 1921”.
En su Acta Constitutiva (1948) se precisaba que la organización "aboga por el principio de la libre transmisión de pensamiento dentro de cada país y entre todos los países; y sus miembros se comprometen a oponerse a cualquier forma de supresión de la libertad de expresión en el país y en la comunidad donde viven. PEN proclama su apoyo a favor de una prensa libre y se opone a la censura arbitraria en tiempos de paz".
Por tanto, desde el inicio mismo se consideró imprescindible ―entre los principios constitutivos de la organización― "la crítica libre de los gobiernos, administraciones e instituciones".
Lo anterior, según la consideración de Ponte y también la de los propios implicados ―los escritores del PEN de Miami― supone un impedimento fundacional para que pueda existir una vertiente de escritores residentes en la Isla que responda a tal nomenclatura (acrónimo de quienes fueron sus primeros integrantes: Poetas, Ensayistas y Novelistas).
No sería impedimento, en cambio, la pluralidad en el concepto de "lo nacional" ni la divergencia espacial, pues existen antecedentes de varios centros del PEN que coexisten como ramas diferentes en un mismo país: es el caso de México (que tiene tres); y de China (también tres, uno de ellos radicado en EE.UU.).
El punto dramático, insisten, en la creación del llamado “PEN cubano” es la traición al espíritu fundacional de la organización.
El anuncio de la creación del PEN en La Habana se realizó en septiembre de 2017 como parte de los acuerdos del encuentro internacional del PEN realizado en Ucrania.
Ángel Cuadra, fundador del PEN del exilio, fue uno de los que expresó entonces su más profundo rechazo:
“Es lamentable que una entidad como el PEN Internacional que se creó para defender la libertad de expresión y creación caiga en la trampa del castrismo. Este PEN en La Habana está controlado por el régimen que viola los derechos de todos los escritores cubanos, incluyendo a los castristas, que han tenido que aceptar las imposiciones ideológicas del régimen para poder publicar sus libros o viajar fuera de la Isla. Nuestro PEN, creado en el exilio porque en Cuba no existe libertad, ha servido de enlace con los escritores disidentes que viven en Cuba y que han sufrido y sufren represión, encarcelamiento y ostracismo”.
Más allá del curso que siga la polémica en los próximos meses o años, uno de los aspectos a lamentar en este caso es que se haya utilizado la muerte de dos escritores como vía para afianzar una polémica titularidad, la existencia de un “PEN cubano” que echa leña al fuego, que escuece y que ahonda diferencias.
¿Será el PEN cubano un nuevo frente que, al más puro estilo Bacardí-Havana Club, podría generar décadas de desencuentros?
A continuación transcribimos, íntegramente, la nota (más que carta) que ha reabierto la herida y reavivado la polémica sobre la pertinencia, o no, de un "PEN cubano".
A pocos días de diferencia, han fallecido en La Habana Rafael Alcides( Bayamo 1933), poeta de primer orden y Miguel Mejides (Camagüey 1950), importante narrador de cuentos y novelas, dos escritores cubanos, cuyo ingenio, imaginación y capacidad de reflexión sobre la vida nacional, los han hecho ocupar un lugar de primera magnitud en las LetrasCubanas.
El PEN cubano se suma al pesar de familiares, amigos y lectores.
Antón Arrufat Reinaldo Montero
Presidente Secretario General
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