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Noel Blanco, el cubano que mató a su novia paraguaya en Madrid

Mientras le daba una paliza a Marta, alguien la llamó al teléfono. Ella descolgó y del otro lado se escuchó cómo la mataba.

Noel Blanco junto a Marta Arzamendía. © Facebook
Noel Blanco junto a Marta Arzamendía. Foto © Facebook

Este artículo es de hace 5 años

Noel Blanco (43 años) es cubano y este viernes fue detenido después de estrangular a su novia paraguaya Marta Arzamendía de Acuña, de 47 años, en Madrid. Escribió una nota autoinculpándose y se dio a la fuga.

Él tenía una orden de alejamiento por malos tratos, pero convenció a Marta para que le dejara verla una última vez. "Quiero verte. No te haré daño, de verdad, te lo juro. Después me marcharé de casa, te lo prometo, aunque yo te amo, pero si es lo que quieres, lo haré", le dijo, según recoge el diario español ABC.

Noel y Marta llevaban dos años de relación y en ese corto período de tiempo él fue detenido dos veces. Una por agredirla y otra por quebrantar su condena. Al final, ambos incumplían la orden de alejamiento que había impuesto un juez.

Los dos mantenían una relación tormentosa en el madrileño barrio de Tetuán, donde se concentran inmigrantes sudamericanos. Uno de los últimos mensajes que Marta envió a una amiga explica su calvario. "Yo no me merezco esto. Me paso el día llorando. Soy buena persona y se lo he dado todo. Es un desagradecido. No quiero vivir así", decía.

Noel, apodado El Cubano, no tiene papeles, aunque trabajaba en la construcción. Él quería que ella le pagara unos documentos falsos para regularizar su situación, según cuentan las amigas de la víctima.

Este jueves Marta aceptó ver de nuevo a Noel. Ella había dormido casi toda la semana en la casa de la anciana a la que cuidaba tras escapar de la vivienda que compartían ambos en el número 11 de la calle Goiri de Tetuán. Le dijo que iba a por cerveza para seguir bebiendo, cogió su bolso, su billete de metro y se fue.

Marta, que tenía dos hijos en Paraguay, entró en el pequeño local que habían reconvertido en casa y no salió de ahí con vida. Al llegar comenzaron a discutir. Él le repetía lo de siempre: "Eres mía. No estés con otro" y ella intentaba tranquilizarlo diciéndole que no tenía en mente estar con nadie.

Pero la discusión fue a más. Marta recibió una llamada y descolgó el teléfono. La persona, al otro lado de la línea, escuchó cómo Noel le daba una paliza, cómo Marta corría y gritaba. Avisó a Emergencias (112). La Policía llegó a las doce y media de la noche. Ya Marta estaba muerta. La encontraron con un cable de teléfono en el cuello, aunque se especula con la posibilidad de que Noel la hubiera estrangulado con las manos y le hubiera puesto el cable a posteriori. No hubo posibilidad de reanimación. El periódico El Español asegura que la mujer estaba colgada del techo.

Los vecinos dicen que 15 minutos antes de que llegara la Policía habían escuchado unos golpes muy fuertes. Los agentes tardaron tanto en llegar porque la persona que había llamado a Marta por teléfono sabía ir a la casa pero no conocía la dirección. Tuvo que acompañar a los agentes. Encontraron a Marta muerta y la vivienda, revuelta y con manchas de sangre.

Los agentes lograron conseguir el teléfono de Noel. Lo llamaron y lo convencieron para que se entregara en la Comisaría del barrio de Tetuán.

La del jueves fue la última paliza que Noel le dio a Marta, pero no la primera. Le había dado otra anterior en plena calle y le desfiguró la cara, según cuentan sus vecinos.

El perfil de Facebook de Noel está lleno de fotos de Marta. En esta red social El Cubano sólo tenía un amigo, de Camagüey. El peluquero de Marta lo describe como un hombre callado, que solía acompañarla a que se pintara el pelo.

A Noel y a Marta les gustaba salir de fiesta a los locales latinos del barrio donde vivían. Ella disfrutaba cuando sonaba La Quinta Estación.

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