A partir de este viernes, y durante todo el fin de semana, las planicies del sur y Texas vivirán una tormenta de invierno que se irá extendiendo gradualmente al sureste de Estados Unidos y del Atlántico medio.
Desde ayer jueves ya se comunicaron alertas climáticas para el norte del estado de Texas, Oklahoma y algunas zonas de Arkansas y Missouri.
Según ha indicado el meteorólogo de CNN, Brandon Miller, de momento los modelos de pronóstico no consiguen precisar el nivel de congelación, algo que se irá prediciendo con mayor certeza a medida que la tormenta avance.
La precipitación ha comenzado este viernes, con lluvia helada y llovizna en zonas de Texas y Oklahoma. Los principales impactos del clima invernal ocurrirán el viernes por la noche, con una transición rápida de una mezcla invernal a nieve después de la medianoche de hoy, para lugares como la ciudad de Oklahoma.
Se estima que las acumulaciones de hielo en Texas y Oklahoma podrían alcanzar de un cuarto a media pulgada, respectivamente. Las nevadas en esas áreas también podrían superar las 6 pulgadas, lo que traerá como consecuencia peligro en las carreteras y cortes de energía, según subraya el citado medio.
Grandes cantidades de lluvia afectarán a las principales ciudades de Texas. Más de 13 millones de personas están advertidas de la ocurrencia de inundaciones repentinas, que podrían tener lugar en ciudades como San Antonio o Houston.
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