Cuba es actualmente un referente continental en el implante de prótesis de pene, gracias al empleo de la más avanzada tecnología en cirugías poco invasivas y de rápida recuperación, informó Prensa Latina.
El proceder se realiza hace más de un año en la Clínica Central Cira García, en La Habana, que atiende solo a extranjeros.
En el centro cubano, los doctores Gabriele Antonini, de la Universidad La Sapienza de Roma, y Ramiro Fragas, presidente de la Sección de Andrología de la Sociedad Cubana de Urología, trabajan juntos gracias a un proyecto de colaboración entre Cuba e Italia.
La prótesis peniana, también llamada hidráulica o inflable, consiste en un sistema cerrado relleno de solución salina, que tiene tres componentes: un reservorio, un par de cilindros implantados en los cuerpos cavernosos y una bomba en el escroto, conectados por unos tubos resistentes a los pliegues.
Según explicó Antonini, lo novedoso de esta técnica es que solo requiere de una pequeña incisión de dos centímetros que se hace en la base del pene para introducir los elementos, con un riesgo mínimo de infección.
La intervención dura unos 15 minutos y reduce el dolor postoperatorio, lo que a su vez permite al paciente recuperarse en apenas 15 días, aunque tardará unos 40 días en poder retomar su vida sexual.
El especialista cubano afirmó que quien se someta a esta cirugía tendrá una erección rígida, con la misma sensibilidad y capacidad de eyacular durante el orgasmo que tenía antes.
Fragas recalcó en la importancia de ir al médico rápidamente cuando existan problemas de disfunción eréctil, pues cuando mientras más pasa el tiempo el pene se pone atrófico, se pierden los músculos cavernosos y es posible que se retraiga y su tamaño disminuya a pesar de la cirugía.
Esta dolencia la sufre un alto por ciento de la población masculina de entre los 40 y 70 años de edad en todo el mundo. Es un trastorno que se define como la incapacidad persistente de lograr o mantener una erección firme que permita relaciones sexuales satisfactorias, y por ello afecta su salud mental y calidad de vida.
Aunque su incidencia aumenta con la edad, no es inherente al envejecimiento. Puede estar causado por cualquier trauma que cause una lesión en los nervios o deteriore el flujo de sangre al pene, o vinculado a enfermedades como la diabetes mellitus, las afecciones del riñón, la esclerosis múltiple, la psoriasis, los padecimientos vasculares y los neurológicos.
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