Con el logo de un guajiro con una cámara en la mano, cuyos pies se transforman en la Torre Eiffel, el Festival de Cine Francés regresa a Cuba para alegría de sus muchos admiradores. Este año el Festival contempla una retrospectiva-homenaje consagrada a Henri-Georges Clouzot, un maestro del suspense, émulo de Alfred Hitchcock.
A Clouzot se deben clásicos del cine francés de los años cincuenta como El salario del miedo y Las Diabólicas, dos películas que confirmaron la capacidad de aquella cinematografía para el entretenimiento concebido con cierta enjundia intelectual.
En términos contemporáneos, el Festival de Cine Francés nos trae las más recientes actuaciones de intérpretes tan singulares y eminentes como Isabelle Huppert en el papel de la excéntrica profesora con doble personalidad en Madame Hyde; y la pareja que integran Marion Cotillard y Guillaume Canet en Cosas de la edad, una película autorreferencial que habla, en alguna medida, sobre ellos mismos y su vida privada.
No faltan los largometrajes que nos ponen al tanto de la muy activa animación francesa como Astérix y el secreto de la poción mágica o El malvado lobo feroz, mientras que en cuanto al acápite de los documentales destaca con luz propia María By Callas, que se consagran a describir, mediante entrevistas y material de archivo, algunos de los grandes conflictos en la biografía de la célebre diva.
Por supuesto que debemos mencionar tres reveladores dramas, realistas e intensos, como Los caballeros blancos, Un héroe singular y La villa, esta última relacionada con la supervivencia de los ideales encaminados a mejorar el mundo. Los caballeros blancos retrata desgarradoramente un hecho real que ocurrió cuando una ONG intentó sacar de Chad a los niños víctimas de la guerra, mientras que Un héroe singular se acerca al naturalismo costumbrista para hablar sobre un personaje excepcional enfrentado a una epidemia bovina.
También vuelven sobre la carga los autores consagrados, como Xavier Beauvois y su riguroso, calmado drama histórico Las guardianas, junto con debutantes esperanzadores como Leonor Serraille quien dirigió Bienvenida a Montparnasse, catalogada como una de las películas más significativas de la temporada 2017 del cine francés. Y como el cine francés siempre ha sido fundamental como instrumento confirmador de tradiciones artísticas y culturales, en el Festival está Marguerite Durás: París 1944, que adapta una novela autobiográfica de la reconocida escritora, y nos lleva a la Francia ocupada.
También hay tres o cuatro comedias de enorme éxito en su país, todas encaminadas a la reflexión sonriente sobre temas muy serios. Entre estas comedias sobresale Una razón brillante, donde el conocido Daniel Auteuil, interpreta a un profesor, exigente y conflictivo. Y en la lista de comedias también aparece el exitazo El gran baño, sobre un grupo de hombres que intenta formar un equipo de nado sincronizado.
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