El Gobierno de México está decidido a frenar la entrada ilegal de cubanos al país y evitar que se unan a las caravanas de migrantes en rumbo a Estados Unidos.
El subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe del Gobierno mexicano, Maximiliano Reyes, afirmó al diario El Universal que la llegada de migrantes cubanos irregulares “no es conveniente para nadie”.
El funcionario, quien encabezó la delegación de su país a la XIII Reunión Bilateral sobre Asuntos Migratorios y Consulares, que se celebró el pasado 3 de mayo en La Habana, dijo al periódico que el memorando de entendimiento en materia migratoria, firmado por ambos países, ha dado buenos resultados.
“Lo que comentamos y acordamos fue tratar de reducir el número de migrantes cubanos por esta vía (irregular), porque no es conveniente para nadie, para ellos primero, ni para su Gobierno ni para el Gobierno mexicano, engrosar esta forma de migración”, aclaró.
Cuba y México firmaron un acuerdo en 2008 y un memorando en 2015, con el fin de “garantizar un flujo migratorio legal, ordenado y seguro entre ambos países”, así como “combatir y prevenir la trata de personas y otros delitos asociados a la migración” en la nación azteca.
En los primeros meses de 2019 el Gobierno de López Obrador ha triplicado la cifra de cubanos deportados a la Isla, con respecto al año anterior, cuando solo fueron devueltos 156 ciudadanos.
Desde enero hasta la fecha, más de 65.481 cubanos han llegado al territorio mexicano por vía aérea, según un comunicado del Instituto Nacional de Migración (INM) de México del jueves 9 de mayo.
Aunque hasta ahora no hay un censo oficial de los migrantes cubanos cuya situación en ese país es irregular, se calcula que entre 6.000 y 8.000 estén en este momento en ciudades fronterizas a la espera de poder cruzar a territorio estadounidense.
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