Un grupo de cubanos ha sacado a la luz la historia de Andrés Robles Lamoth, exdeportista que en 1994 abandonó el equipo de balonmano de Cuba, y quien desde entonces vive en Argentina.
“Él es un cubano que esta acá en la Argentina hace muchos años y está pasando por una muy mala situación” escribió en su Facebook Dayami Alexandra Bell Bronnimann, a la vez que pedía a las personas de Palma Soriano si alguien le conoce se ponga en contacto con ella.
Según narra en su post están ayudándole a rentar un pequeño espacio “porque está en situación de calle, para que no siga durmiendo en las esquinas, pasando frío”.
A los jóvenes les preocupa que la familia del exdeportista no sepa que el hombre está vivo.
Según un reporte de diario Clarín de octubre de 2007, el exdeportista desertó en medio de una gira de preparación para los Panamericanos de Mar del Plata en 1994. En ese entonces el propio Robles Lamoth dijo “No me arrepiento de nada, la vida en Cuba era muy dura. No tenía motivación, todo era entrenar. Fueron ocho años en el seleccionado de mayores y otros dos en juveniles. Ya estaba aburrido de esa vida".
Su vida se volvió un calvario en Argentina cuando sufrió una fractura en la pierna que le impidió seguir jugando en el equipo de balonmano local y entrenar a las divisiones menores. Complicaciones personales como un divorcio y verse sin vivienda lo llevaron desde entonces a ocupar las calles.
Desde ese entonces vive de la caridad de otros. “Con lo que me trae la gente de San Egidio: los jueves, por ejemplo, guiso –decía al Clarín en 2007- y a veces, cuando juntamos dos o tres pesos con los otros muchachos que duermen aquí, nos hacemos un asado alrededor del ombú”.
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