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Una mujer que estuvo presa 35 años injustamente recibirá tres millones de dólares de indemnización

Cathy Woods, de 68 años, fue acusada por la muerte de una universitaria en 1976, y salió en libertad en 2015. El verdadero asesino cumple cadena perpetua por otros crímenes.

Cathy Woods © Captura de video en Youtube
Cathy Woods Foto © Captura de video en Youtube

Este artículo es de hace 4 años

Una mujer que fue obligada a inculparse por el asesinato de una estudiante universitaria en 1976, en Nevada, EE.UU., y que pasó 35 años tras las rejas, será indemnizada con 3 millones de dólares.

Según reporta Univisión, Cathy Woods aceptó cargar entonces con la responsabilidad del asesinato de Michelle Mitchel, una joven estudiante de enfermería que fue maniatada y acuchillada en la garganta en Reno, en 1976. La razón para que admitiera su falsa culpabilidad fue la promesa de que obtendría una habitación cómoda en un hospital psiquiátrico.

La abogada de Woods, Elizabeth Wang, precisó que la compensación monetaria que recibirá su cliente servirá para, vista su edad y sus problemas de salud mental, proporcionarle cuidados adecuados en lo que le resta de vida.

Woods quedó en libertad en 2015, luego de que los cargos contra ella se declararan fuera de lugar por una prueba de ADN, efectuada a una colilla de cigarrillo encontrada en la escena del crimen, y que señaló a un autor diferente: Rodney Halbower, un convicto de Oregón.

Halbower es sospechoso de haber violado y asesinado a seis mujeres y niñas –incluida Mitchell–, en la capital de Nevada, pero la cadena perpetua que cumple desde 2018 es únicamente por haber matado a otras dos jóvenes de 17 y 18 años.

Según el recuento que hace Univisión, la joven Mitchell desapareció el 24 de febrero de 1976 cerca la Universidad de Reno, y su cadáver fue encontrado horas después en un garaje. Sin pistas concluyentes, el caso tomó un camino equivocado cuando, en 1979, Woods, entonces ingresada en un centro psiquiátrico de Louisiana, dijo haber asesinado a la chica.

Una funcionaria, no obstante, aseguró que la paciente había hecho esa falsa confesión para que se le diera una habitación privada. Pero en dos juicios, celebrados en 1980 y 1985, se declaró en firme la culpabilidad de Woods.

Por fortuna, la reclusa se enteró por un programa de TV del procedimiento de la utilización de pruebas de ADN en el esclarecimiento de hechos delictivos, por lo que pidió que también se les aplicara a las evidencias del crimen. El resultado conectó el crimen de Mitchell con Halbower.

Aunque ya está libre y a la espera de la millonaria indemnización prometida, la vida de la ya sexagenaria se ha ido entre rejas. “Ninguna cantidad de dinero compensará a la señora Woods por lo que sufrió”, ha asegurado su abogada.

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