APP GRATIS

Luis César Valdés: "Estoy en la mejor disposición de servir en otras funciones a la pelota cubana"

"No tenemos implementos deportivos de ningún tipo, no sólo de béisbol. Ni en EIDES ni en ESPAS. La masividad se perdió. Aquellos parques que tú veías por las carreteras cubanas, repletos de niños jugando pelota, se acabaron" afirma en esta entrevista el ampaya Luis César Valdés.

Entrevista a Luis César Valdés, árbitro cubano © Cortesía del entrevistado
Entrevista a Luis César Valdés, árbitro cubano Foto © Cortesía del entrevistado

Este artículo es de hace 4 años

Ante mí un hombre que impone por su estatura y corpulencia: rubio, de ojos claros, dulcifica mucho su rostro con una simple sonrisa. No hay quien diga que no es guajiro, de esos, de verdad.

No puedo decir que me ha costado trabajo entrevistarlo porque, a pesar de él haber jurado no dar una entrevista más en su vida, conmigo ese propósito no se cumple, pues además de compañeros de muchos años somos amigos y nos respetamos en nuestras respectivas profesiones que, muchísimas veces, se cruzaron.

Converso hoy en amena y larga charla con Luis César Valdés, uno de los más distinguidos árbitros que ha trabajado en la pelota cubana.

“Un placer dialogar contigo. Dispara, que yo respondo lo que sea”.

Comenzamos bien César. Vamos a hablar de la familia primero. ¿Qué te parece?

“Pues bien, nací en Santa Clara el 26 de enero de 1965, hijo de Carolina y César, ya fallecido, y hermano de César Luis, mayor que yo y que hace dos décadas vive en Estados Unidos. Junto a él está mamá.

“Actualmente mi pareja es Silvia García y de dos matrimonios anteriores tengo a Karen María, 31 años, laboratorista que radica en Italia, y César Miguel, 17, estudiante de la EPEF (Escuela de Profesores de Educación Física) de Villa Clara. Tengo un nieto, Rian de un añito”.

Sé que tu papá representó mucho para ti.

“Mira, mi padre era mi ídolo. César Valdés era defensa del equipo Cuba de baloncesto por diez años; estuvo en la delegación del Cerro Pelado y además jugó Series Selectivas con los equipos Azucareros y Las Villas. Era primera base y pitcher.

“Su pérdida, tras una ardua batalla de más de año y medio contra la muerte, fue muy dolorosa. Él vivía en Tegucigalpa, Honduras, y tuve que traerlo (agradezco a todos lo que lo hicieron posible y a los médicos del Hospital Amejeiras), mejoró mucho, pero tras regresar falleció a las dos semanas. Te explico esto porque más adelante verás cómo papá vuelve a relucir en esta entrevista”.

Lo miro y entiendo pero no quiero precipitarme, así que voy al César niño, al César adolescente, al César joven.

“El deporte siempre lo llevé en la sangre y contrariamente a lo que todos puedan pensar, jugaba básquet como mi padre. Mi estatura de 1 metro 88 centímetros me alcanzaba para ser base. Participé en Juegos Nacionales Escolares hasta que llegué a la edad juvenil, donde tuve que abandonar el deporte por problemas personales.

“Y como en San Juan de las Yeras, donde viví por esa época, solo se podía practicar béisbol de noche, y viviendo cerca del estelar lanzador Rolando Arrojo (un hermano para mí, de los primeros peloteros que se fueron a probar suerte en la MLB en 1996), ¡qué otra cosa iba a jugar que pelota!

“Pitcheaba y jugaba tercera. Hice preselección Villa Clara con Eduardo Martín, aunque finalmente no hice equipo. Corría la Serie Nacional 1984-85. Me lesioné el brazo de lanzar, el derecho, lo intenté pero no pude”.

Y ¿ cuándo es que te decides a arbitrar?

“Muchacha. Jugaba yo la provincial en Ranchuelo y discuto con uno de los ampayas y el jefe de grupo, Noel Rodríguez, me dice: 'si crees que es tan fácil arbitrar, el mes que viene te invito a pasar el curso provincial de arbitraje'. Santa palabra, para allá fui”.

¿Qué pasó?

“Primer expediente del curso. veinte años tenía yo cuando aquello, y fue en el momento preciso. Recordarás que no había imparciales jóvenes, y de pronto ¡boom!, entramos un grupo a reforzar a los veteranos.

“Comienzo a trabajar con el propio Noel y, en ese momento, llaman para un curso nacional en La Habana y el árbitro que iba por Villa Clara se enferma y ahí mismo Noel me dice: '¿tienes el valor de irte para La Habana al curso?'

“Mi respuesta fue: '¡ya estoy allá!'”

¿Cómo pasaste el curso?

“Éramos casi cuarenta árbitros de todo el país y yo fui el quinto expediente. Imagínate que entre los profesores estaban Juan José Izquierdo, Alfredo Paz, Iván Davis, Raúl Hernández, el Chino Hernández, la flor y nata del arbitraje cubano de aquella época.

“Los cinco primeros del curso nos ganamos el derecho a trabajar como suplentes en la SNB 89-90. Ese mismo año yo participo en diez juegos en el grupo dirigido por Iván Davis”.

Tremenda experiencia y tú, tan jovencito.

“Fue lo máximo. En esa serie, los suplentes no podían hacer el home, o sea, ser árbitro principal, pero Iván no creyó en eso y me dijo: '¡usted va para encima de la candela!' y trabajé un choque Granma-Santiago de Cuba en Campechuela, juego tranquilo que ganó Guevara Ramos dos carreras por una”.

¿Qué opinaron los otros árbitros?

“Recuerdo que Juanelo (Izquierdo), mientras Iván festejaba mi actuación, lo increpaba diciéndole que era una abusador teniendo en cuenta mis veintidós años”.

A partir de ahí, ¿ya te incorporaste fijo?

“Termina la subserie e Iván, sin consultarlo con nadie, me pregunta si yo estaba de acuerdo (nunca me obligó a nada) a arbitrar el próximo miércoles en uno de los juegos entre Industriales y Granma en el Mártires de Barbados de Bayamo, con la televisión presente”.

¿Qué le dijiste?

“¿Qué le iba a decir? ¡Pa'llá! Tremendo juego de pelota, Industriales 4 Granma 2, jonrón de Enrique Colina sobre Misael López. Ahí vino la bronca con la comisión nacional por mi utilización en el partido pero Iván Davis, estoico, aguantaba. Ese hombre fue un padre para mí, me enseñó todo lo que sabía y me guió en el juego diario.

“En los diez encuentros que me permitieron trabajar me decía: 'en esta profesión hay quienes necesitan tiempo, otros que caminan solos. En este grupo estás tú'”.

Tras concluir la Nacional, ¿trabajaste en la Selectiva?

“Fui suplente pero nunca me llamaron. Ahí había menos equipos, los árbitros estaban concentrados, pero al año siguiente, SNB 1990-91, me sitúan en el grupo de Alfredo Paz, como cuarto hombre, o sea, regular. Roté normalmente por home como los demás”.

¿Estás de acuerdo con el sistema de rotación o crees que el home debe ser sólo para los más experimentados?

“Hay momentos, hay subseries, hay hechos que preceden que tienen que trabajar los mejores. Por ejemplo, un Industriales-Santiago de aquellos tiempos, el Superclásico de la pelota cubana, tenían que estar los mejores, incluso, se rompían los grupos para reforzar el que era designado para ese choque”.

César, ¿cuántas años estuviste activo?

“Trabajé en veintisiete Series Nacionales, en las que se incluyen Selectivas, Super Ligas, Copas Revolución. ¡Todo lo que hubo!”

Trabajé en veintisiete Series Nacionales, en las que se incluyen Selectivas, Super Ligas, Copas Revolución

¿En qué época tú fuiste director nacional de arbitraje?

“En la mejor que vivió nuestro béisbol, la era de Carlos Rodríguez, el más ganador de todos los comisionados y presidentes de Federación. Hombre, hermano, amigo, ganador de ganadores. Esto fue durante trece años; en ese ínterin fui uno de los gestores de la Escuela Nacional de Arbitraje Raúl de la Paz que tenía su sede en Santa Clara”.

¿Cuál es el origen de esa idea?

“Eso se gestó durante los Juegos Panamericanos de República Dominicana 2003 y se puso en práctica tras conversación con el prestigioso árbitro puertorriqueño Carlos Rey. Fue una magnífica idea”.

¿Por qué dices fue?

“Sencilla y lamentablemente porque no existe. Desde el 2014 no existe. Cuando yo no estaba en Santa Clara por motivos de trabajo, mi descubridor del que ya te hablé, Noel Rodríguez, dirigía el centro sin problema alguno, pero un buen día, la cerraron. Nunca nos han dado una explicación. No se menciona el asunto; vaya, está prohibido el tema”.

¿De dónde salen los árbitros ahora?

“Los que hoy son veteranos, establecidos, que fungen algunos como jefes de grupo, son graduados de la Escuela: Omar Peralta, Juan de Dios León, Jorge Niebla, Janet Moreno (única mujer hasta el momento, a pesar de que siempre decían que ella fue una vía expedita para que más féminas se incorporaran a esta función).

“Los restantes y jóvenes árbitros provienen de cursos provinciales no habituales, así que puedes imaginarte lo que hay”.

Mi opinión es que el arbitraje cubano en estos momentos está, cualitativamente hablando, a la par del propio béisbol, con excepciones por supuesto.

“Prefiero no opinar por ética”.

Yo tampoco me voy a poner a criticar a unos muchachos que hacen su mayor esfuerzo y a los que le han cerrado las puertas de un desarrollo seguro en un centro capacitado. Además, los partidos televisivos ayudan a que no hayan injusticias, y al menos, los plays off decisivos tienen asegurada la presencia de la TVC.

“¿Te cuento algo de la escuela? Los cinco primeros años de vida el centro se desarrolló sin el apoyo económico del INDER, o sea, del presupuesto asignado por el Estado para el organismo deportivo, no se destinaba un centavo a mantener la Academia. Funcionaba por el esfuerzo de las autoridades de Villa Clara, creo que es justo reconocerlo.

“Ya, al sexto año, funcionaba con el apoyo, con el aval del INDER, pero cuando estaba a full, que se iban viendo los resultados en el trabajo de los imparciales graduados, se suspende la escuela de pim, pam, pum en el 2015”.

¿?

“Nadie sabe, repito, aunque te hago notar que coincide con mi salida de mi trabajo como árbitro. ¡Qué casualidad!”

En tus veintisiete años de carrera deben haberte ocurrido decenas de hechos, tienes mucho que contar. ¿Puedes rememorar algunos de esos momentos?

“Mira, yo fui el único árbitro cubano, en todos los tiempos, que saltó de cuarto hombre a ser jefe de grupo. Con veintiséis años, tras cuatro trabajando como ampaya, ya yo era jefe de grupo. Trabajé con los mejores, Iván Davis, Alfredo Paz, Raúl Hernández”.

¿Cuántas veces te has equivocado, qué siente un árbitro cuando se equivoca?

“Uff, lo peor: posiblemente el pelotero y el mánager se olviden de tu error primero que tú. Claro que me he equivocado porque soy un ser humano no un robot, pero jamás una mala decisión mía influyó en una victoria o un revés.

Claro que me he equivocado porque soy un ser humano no un robot, pero jamás una mala decisión mía influyó en una victoria o un revés

“Pero sí he sido testigo de errores que han propiciado derrotas como el muy sonado 'jonrón de la palmita' en el estadio Cándido González, play off Camagüey - Ciego de Ávila, cuando la habilidad del jardinero izquierdo agramontino Luis Ulacia confundió por completo a Pedrito Murgado, mi amigo personal, quien no decretó cuadrangular cuando la cámara lenta de la trasmisión lo enseñaba una y otra vez.

“En esos tiempos no se podía ni consultar con la televisión y en la reunión de árbitros no lo ayudaron y se quedó como tubey un batazo que sin dudas, cambió la historia de ese play off, y también la vida profesional de Pedrito.

“Otra jugada, casualmente en el parque camagüeyano, la protagonizó Felipe Casañas padre, en segunda base, esta vez frente al elenco local. Un out en segunda decretado a Ulacia que era quieto como una casa, en el octavo capítulo, frente a los Henequeneros de Sile Junco, que después se adelantaron en el noveno y finalmente vencieron.

“Lo que se armó allí fue una guerra campal a la hora de salir los árbitros hacia la guagua. El único que acompañó a Casañas fui yo; tuvimos que salir a piñazo limpio porque la Policía ayudaba, sí, pero era local, ya tú sabes, ¿no?”

Hay una anécdota del gran Amado Maestri que un corredor se desliza en segunda y grita safe pero levanta el brazo decretando el out, e inmediatamente insta al pelotero a retirarse. Entonces el corredor dice: 'pero usted cantó quieto' a lo que Maestri respondió mirando la grada: 'sí, pero ellos vieron que decreté el out así que ahí tienes el banco'. ¿Es así?

“Claro, él se confundió, no coordinó las señales, pero para la afición fue out, pero es que, además, a Amado Maestri nadie se atrevía a decirle nada. Era impresionante en un juego de pelota”.

De tu vida César, insisto, ¡cuántas anécdotas!

“No acabamos nunca. Por ejemplo, trabajé en un juego cinco entradas con una muñeca fracturada, la mano del conteo, la izquierda. Esto fue al principio de mi carrera. Me dieron un bolazo que me hizo saltar el reloj hasta el público.

Trabajé en un juego cinco entradas con una muñeca fracturada, la mano del conteo, la izquierda. Esto fue al principio de mi carrera. Me dieron un bolazo que me hizo saltar el reloj hasta el público

“Fue en Manzanillo, en un Granma-Matanzas. Al otro día yo con yeso. Por no contarte cuando no tenía los zapatos apropiados y me dieron otro bolazo y perdí una uña del pie izquierdo que era el que yo ponía delante antes de adaptarme a trabajar con los pies alineados.

“En otra oportunidad, utilizando las caretas de alambrones soldados, pintada de negro, me sonaron otro bolazo y la deformaron, imagínate mi rostro qué sintió”.

¿Pudiste seguir?

“Sí, me acoplé y gracias al cargabates santiaguero (esto fue en el Guillermón) Pepe Pileta que me prestó su careta de entrenamiento, pude continuar”.

¿Y broncas César?

“¿Broncas? No, tú de veras no quieres entrar en la parte más interesante de la entrevista. ¿Quieres que te diga algo? Yo soy el árbitro que menos expulsiones ha tenido en su vida. Después que me establecí, las expulsiones se redujeron notoriamente. Me respetaban, decían: 'hoy está el grupo de César' y todo el mundo quieto.

Soy el árbitro que menos expulsiones ha tenido en su vida. Después que me establecí, las expulsiones se redujeron notoriamente

“Claro, siempre hay excepciones. A Víctor Mesa lo expulsé como siete veces, de jugador y de mánager; a Luis Ulacia, Carlos Martí, Sile Junco, Higinio Vélez, Lázaro de la Torre ¡candela!. Había peloteros que ayudaban, por ejemplo, Lázaro Vargas siempre instaba a dejar la bronca, a seguir el juego. Los otros que te mencioné eran formadores de rollo”.

¿Qué opinas de los peloteros y directores que le echan el público encima a los árbitros?

“Es importante que se sepa que los árbitros se juegan la vida todos los días. Ten en cuenta nada más los tipos que van a los estadios a jugarse el dinero en las gradas; eso existe, se lucha por erradicarlo pero eso existe. Y esa gente pierde miles en un strike, un out, una carrera, y que sea por una equivocación de un ampaya.

Los árbitros se juegan la vida todos los días

“Después, te lo encuentras en un parque, en el hotel, en un ómnibus y ahí sí sobreviene la bronca y gorda. Piensa en la familia del pelotero perjudicado o que cree fue perjudicado, sus fans; oye, te encuentras un desquiciado y hay de todo.

“Había peloteros que querían pasar el fin de semana en casa y buscaban que los expulsaras. Hay varios pero bueno no vale la pena mencionarlos”.

Recuerdo cuando Industriales y Santiago disputaban un play en el Guillermón que tú trabajaste en exceso.

“¡Cómo para olvidarlo! Trabajé el primer juego en home y en el tercero, se enferma el árbitro principal, y tuve que asumir yo de nuevo y a Leones azules y Avispas rojas se les ocurre jugar un partido de quince entradas. Ganó Industriales por jonrón de Orbe Luis Rodríguez, 4 carreras por 3.

“En ese choque hubo expulsiones; en tu sección Out en Home me pusiste a mí decretando uno que provocó un gran revuelo, porque si el Latino es difícil de trabajar, dicen que es el termómetro para medir la temperatura de los árbitros, el Guillermón, era super caliente como esa tierra y no se quedaba detrás. Ahora no, ahora ese juego lo pueden arbitrar los juveniles, de eso no tengo duda, aunque Santiago va saliendo a flote.

“En su generalidad, el béisbol ha descendido tanto que, si acaso, hay alguna presión en los plays off, y como te decía hace un rato, como se puede apelar a los replys televisivos, se acabaron las discusiones. Gracias a la tele, la vida de los árbitros se arregló”.

El béisbol ha descendido tanto que, si acaso, hay alguna presión en los plays off

¿De tu época a esta?

“Para nada. Yo aprendí con los mejores, con mis profesores históricos, sólo con escucharlos ya aprendías. Hoy es muy difícil, no existen esos grandes maestros y para colmo…¡sin escuela! No existen porque los que pudieran ser maestros ahora, no los hemos atendido debidamente como tampoco atendemos a los peloteros, como se murió Fermín Laffita, el excelente center field del Cuba, y fue descubierto solo en su cuarto ya apestando, sin una mínima atención”.

Yo aprendí con los mejores, con mis profesores históricos, sólo con escucharlos ya aprendías. Hoy es muy difícil, no existen esos grandes maestros y para colmo…¡sin escuela!

¿Tiene que ver tu gran discusión con Víctor Mesa en el play off Matanzas-Villa Clara tu despedida definitiva del arbitraje?

“Para nada. Yo siempre dije que a los cincuenta decía adiós al terreno; soy fiel a la religión Yoruba y eso me salió, y yo cumplo. Claro, podía ser profesor, seguir con la escuela pero el campo se terminaba a los cincuenta.

“Lo de Víctor me dolió tanto, pero tanto que no tengo palabras para describirlo. Como te conté al inicio, yo traigo a mi padre enfermo de Honduras para tratarlo en La Habana. ¿Dónde me quedo en la capital? Pues en cada de Víctor y Eneida, donde yo era uno más de la familia. Éramos más que hermanos. Nos fue a buscar al aeropuerto, nos llevaba al hospital.

“A todas éstas los plays off andando. Sale de la operación mi padre, yo me estoy quedando con él y se suscita una colosal bronca en el Sandino entre Cienfuegos y Villa Clara con una jugada en tercera decretada por el árbitro Osvaldo de Paula. Eso fue en 2013. Ahí expulsan al mentor sureño Iday Abreu y como a tres peloteros más de ese equipo.

“Al ir el play off para Cienfuegos hablan conmigo para que yo vaya a arbitrar. Ya tú sabes, ánimos caldeados, tensión en el ambiente. Tomé la decisión de ir y todo transcurrió perfecto. Ganó Villa Clara, el de Moré, y pasó a la semifinal.

“Yo regreso a La Habana, le dan el alta a mi papá, y preparando el viaje para Santa Clara me llama Víctor, me felicita por mi trabajo y me pide que le arbitre la semifinal Matanzas-Sancti Spíritus”.

¿Qué hiciste?

“Con la mayor sinceridad del mundo le expliqué que estaba esperando la ambulancia para ir al Cardiocentro de Santa Clara, cinco horas más menos en el camino, más la búsqueda de las medicinas allí, iba a terminar muerto. Pero tú lo conoces y tanto dio que accedí. ¡ El mayor error de mi vida!

“Yo estaba muy agradecido, aunque él sabía perfectamente que en el terreno no había condescendencia alguna. Bueno, pues ese día se acabó nuestra amistad. Jamás me he arrepentido de algo como de eso”.

¿?

“En el juego le caen a palos a Matanzas, le hicieron cinco carreras. En el quinto capítulo Víctor manda a su primer bate, 'el Venao' Benavides a que llegue a primera como fuera.

“Tú conoces a Benavides: se trepó en home con su bate recortado, o sea que batea con el bate corto; viene el lanzamiento y la bola le da al bate y yo canto foul. El Venao se tira para el piso como si la pelota lo hubiera matado, el show clásico. Se quejaba de dolor en la muñeca.

“Mira, si esa bola le pega se la hubiera partido. Le dije: 'levántate' y sale Víctor como una exhalación y me dice: 'aquí nadie te tiene miedo'.

“Yo lo miré y le contesté: 'no es miedo, es foul'. Ahí se multiplicó la discusión, le dije que yo no tenía la culpa de que le hubieran hecho cinco carreras, que bajara las manos, que no me faltara el respeto.

“En ese acaloramiento me grita que yo no era nadie para expulsarlo, todo esto en medio de un estadio que escuchaba sus palabrotas y gestos agresivos; entonces, ¡lo expulsé!”

El rostro de Luis César Valdés se enrojece, recordar aquello le trae mucho pesar, la presión sanguínea se eleva.

Lo siento pero ¿en qué paró?

“Ay Julia, me dijo lo único que yo no podía permitirle y que pasarán los años y nunca le perdonaré. Voy a ahorrarte palabras terribles, sólo que se atrevió a meterse con algo tan grande en mi vida como mi padre, algo tan grande como la salud de mi padre”.

A veces yo pienso que las pasiones, cuando nos gobiernan, nos impiden ver con claridad y echamos por tierra cosas tan sagradas como una gran amistad.

¿Cómo fuiste capaz de proseguir arbitrando el home?

“Porque soy un profesional, pero al concluir en mi cabeza sólo había sitio para ir a encontrarme con Víctor Mesa. Pero el comandante de la Revolución Víctor Bordón, ya fallecido, parece que me leyó la mente y me dijo: 'vienes conmigo'. Así impidió lo que, sin dudas, hubiera concluido en una desgracia.

“Ese partido lo gana finalmente Matanzas, que tras ir perdiendo 9 por 1, se impone 10 a 9. Esta victoria clasifica a los cocodrilos para el play off final con Villa Clara”.

¿No pasó nada con la comisión nacional? Yo sé la respuesta: Víctor dirigió su play off. Pero, ¿qué hiciste tú?

“Bueno, cuando finalmente Bordón me deja en el hotel, me estaban esperando Rodolfo Puente, Higinio Vélez, Teodoro Pérez, Luis Cartón, todos miembros de la comisión. Estaban preocupados por mí. Yo llegué llorando de impotencia: 'no sé qué van a hacer, un día matan a alguien en el terreno y no pasa nada, la indisciplina nos sobrepasa y los indisciplinados siguen campeando por sus respetos.'”

¿Qué te dijeron?

“Vamos a tomar medidas. Esto se acaba aquí”.

¿?

“¿Y qué pasó? Nada. Mira, la expulsión está en el juego de pelota, lo que no es normal es que tanto él como yo sabíamos lo que estaba viviendo con mi padre. Víctor sabía que era mi único punto vulnerable”.

Muy lamentable, yo que los quiero y respeto a los dos y de veras, lo siento mucho.

¿Por qué te decides a trabajar en el play off final?

“¡Muchacha!, eso a mí no me lo quitaba nadie. Incluso, en la disputa Víctor me gritó que lo que tenía que hacer era ir a Matanzas, y claro que fui. Freddy Asiel dio lechada, ganó Villa Clara y él tranquilito, no salió del banco.

“Yo era su amigo, su casa era la mía pero él sabía muy bien que en el juego de pelota yo era el profesional que administraba justicia: en el terreno no era mi amigo, era un mánager más”.

¿Reitero, ese fue el motivo fundamental para que, en plenitud de facultades, te retiraras del arbitraje?

“No. Vuelvo a insistir, yo siempre dije que a los cincuenta me retiraba del terreno y aunque estaba por cumplir los cuarenta y nueve ya había terminado para mí, pues además tenía un compromiso en tierras nicas”.

¿Después de ese 2013?

“Yo decido no arbitrar más, cuidé a mi papá un año, tras el cual él decidió regresar a su casa en Honduras e, increíblemente, falleció allí dos semanas después.

“Sucedió estando yo en Nicaragua, donde tenía un contrato con la liga profesional de béisbol de esa nación. Te podrás imaginar, después de haber luchado tanto con él, lo bien que estaba, y venir a fallecer lejos de mí. En fin. Seguí trabajando en Nicaragua dos temporadas y regreso en el 2015, a mis cincuenta”.

Te retiraste de árbitro pero seguiste en el béisbol.

“Así fue. Me reincorporé en una nueva función: director provincial de béisbol en Villa Clara. Fui llamado para integrar un grupo multidisciplinario para arreglar los problemas que se sucedieron después que se coronara el equipo naranja con el histórico jonrón de Ariel Pestano”.

Sí, estuve al tanto de muchas promesas incumplidas.

“¡Eso no es nuevo! Prometen villas y castillas y luego, no cumplen. Llega el desánimo, la desidia, te preguntas ¿para qué tanto sacrificio, para qué ganar entonces? Sobran los ejemplos”.

Prometen villas y castillas y luego, no cumplen. Llega el desánimo, la desidia, te preguntas ¿para qué tanto sacrificio, para qué ganar entonces? Sobran los ejemplos

La mejor de las pruebas es lo difícil que le resulta a un mismo conjunto ganar dos veces consecutivas. Si pudieran cobrar lo mínimo no harían falta los estímulos. Recuerdo a un jugador de Industriales cuando el equipo insignia ganó su último título, 2010, que venía del consolidado electrodoméstico para ver si le podían arreglar la olla arrocera que le habían dado… ¡Una olla arrocera rota! fue el premio a un cetro nacional, y que conste, el pelotero era regular.

“Me llamaron y me incorporé. Dirigí ese grupo de 'rescate', logramos que los peloteros se integraran como colectivo y tuvimos resultados: en el sub 23 discutieron el título con Pestano de mentor, y el Villa Clara logró avanzar dirigido con Vladímir Hernández.

“Pero, se me presentaron serios problemas personales y decidí abandonar el grupo. Incluso, me fui a vivir a Cienfuegos, cambiar de aires, de casa. No podía salir del estrés que me dejó el fallecimiento de mi padre. En la vivienda que me prestó un amigo viví en la bella Perla del Sur por cuatro años”.

¿Trabajaste en Cienfuegos con la pelota?

“Estuve relacionado con la pelota sureña. Hice clínicas, me reuní con jugadores, árbitros, pero de ahí no me dejaron pasar. Hice todas las gestiones para ser útil pero nada más pude hacer”.

¿Nunca te vino a la cabeza regresar al terreno?

“No. Siempre me dije hasta los cincuenta y hasta los cincuenta fue. Reconozco que no es edad para el retiro de los árbitros como tampoco lo es sesenta y cinco o setenta. Hay que cuidar la familia. Las SNB son largas, agresivas y llega un momento en que, aunque no quieras, se te olvida la familia.

“Claro que mi jubilación no tiene que ver con que podía haber seguido ayudando a nuestra pelota, pero si no es de interés alguno, ¿qué puedo hacer yo?”

Mi jubilación no tiene que ver con que podía haber seguido ayudando a nuestra pelota, pero si no es de interés alguno, ¿qué puedo hacer yo?

¿Estás retirado oficialmente?

“No. Mira cuando yo me fui para Nicaragua, la comisión nacional me obvió en todo: así lo hicieron en Cienfuegos y también cuando regreso a Villa Clara. No me daban participación alguna. A mí que coadyuvé en la fundación de la Academia Nacional de Formación de Árbitros y creé la plaza de Supervisor de los árbitros, que fue ocupada por grandes de la profesión como el Chino Hernández, Alfredo Paz, Panchito Fernández Cortón, Germán Águila.

Cuando yo me fui para Nicaragua, la comisión nacional me obvió en todo: así lo hicieron en Cienfuegos y también cuando regreso a Villa Clara. No me daban participación alguna

“Tú te retirabas y esa plaza te ayudaba. Ibas a ofrecer tus experiencias en la Academia, contabas tus anécdotas, ayudabas a aquellos que se incorporaban a la difícil labor de impartir justicia en un terreno de pelota.

“A mí nunca me dieron esa oportunidad. Parece que no soy capaz de hacer ese trabajo. Jajá, después de haber sido miembro de la Federación Internacional por veinte años”.

¿Qué sueldo devengas en estos momentos?

“¿Sueldo? Ninguno. Soy cuentapropista, tuve un hostal en mi casa de Santa Clara; ando muy legal por la vida y sufro día a día todo lo que le sucede a mi béisbol”.

Soy cuentapropista, tuve un hostal en mi casa de Santa Clara; ando muy legal por la vida y sufro día a día todo lo que le sucede a mi béisbol

No puedo entender cómo, en las pésimas condiciones en que está la pelota cubana, prescindan de un profesional como tú

¿Has hecho intentos por volver, a qué crees que se debe ese alejamiento hacia tu persona?

“Lo último que hice fue reciente. Cuando nombran a Anglada mánager del CUBA, yo me le brindé para apoyarlo desinteresadamente pero claro, Higinio Vélez lo impidió”.

Cuando nombran a Anglada mánager del CUBA, yo me le brindé para apoyarlo desinteresadamente pero claro, Higinio Vélez lo impidió

¿En qué te basas para afirmar esto?

“¿Quién es el que manda en la pelota cubana? Si no es él personalmente, son sus tentáculos. Yo que formé parte de ellos, de la comisión nacional, puedo catalogarlos como una farsa total. No existe nada de transparencia, de amistad, de fraternidad. Nadie se tiene confianza. En el tiempo que yo estuve, Higinio no tenía un solo amigo”.

César, en el caso de Higinio, de mánager ganador a dirigente que pocos quieren. Recuerdo que Carlos Rodríguez protagonizó la etapa más exitosa de la pelota cubana cuando ganábamos todos los Campeonatos Mundiales en todas las categorías, incluso estuvo presente en la medalla de plata del Primer Clásico, y de pronto por un revés fue sustituido. Ahora lo que no hay son triunfos y no cambian al presidente de la Federación. ¿Qué opinas?

“Convencido que es lo peor que ha pasado por ahí. Simplemente pasó de ser una mentor ganador, respetado a un dirigente perdedor. Es que todo el mundo no puede ser un dirigente ganador.

“Y ¿qué hacen tras la debacle de los Panamericanos de Lima?... ¡Quitan a Iosvany Aragón! Y dejan a Higinio. Desde el principio se palpó que no era un dirigente triunfador, y ¿qué hicieron? Le resolvieron el problema dejándolo de presidente de la Federación y quitándole de encima la comisión nacional. O sea, él es el rostro de la pelota cubana ante las organizaciones internacionales: IBAF, COPABE, etc.

“Antes, Cuba clasificaba y vencía en Mundiales de mayores, Juveniles, sub 23, cadetes, sub 12. Ahora los triunfos son escasos y para eso en categorías menores. ¿Tú quieres algo más vergonzoso que el sexto puesto en los Panamericanos de Lima?, y ¡aguántate para el papelazo en el Premier 12!

“A voz* populi el pueblo quiere que sustituyan a Higinio. Yo no. Yo quiero que esté hasta el final del ciclo y que pague todo el daño que ha hecho”.

El pueblo quiere que sustituyan a Higinio. Yo no. Yo quiero que esté hasta el final del ciclo y que pague todo el daño que ha hecho

Personalmente yo me consideraba amiga del santiaguero. Muchos años compartimos Series Nacionales, eventos internacionales. Sólo una vez tuvimos un encontronazo y él tenía la razón, pero debo confesar que de aquel Higinio Vélez al actual mucho ha cambiado. Pienso también cómo no presenta su renuncia ante tantos fracasos.

“¿Te digo algo más de Higinio? Él no sacó ni un solo voto en la comisión para su cargo. Fue impuesto”.

¿Te digo algo más de Higinio? Él no sacó ni un solo voto en la comisión para su cargo. Fue impuesto

Palabras duras las de un César Valdés que en su hacer diario refleja su recta actitud sobre el terreno. Y voy a decir algo que estoy segura César comparte conmigo: ¡ojalá hagamos un buen papel en el Premier 12, ojalá consigamos la clasificación para Tokío! ojalá…¡no haya que llamar a Silvio Rodríguez para que entone su canción!

César, algo que no acabo de interiorizar aunque comprendo que hay compromisos internacionales que se cruzan pero, ¿en nuestro caso, es factible iniciar la lid en agosto?

“Nuestro clima, las condiciones de nuestros estadios, lo impiden. Yo quitaría la Serie Nacional y dejaría la sub 23 con recursos. Los jugadores que no logren contratos en el exterior que refuercen los equipos de sus provincias; pero, además, ¡nosotros no tenemos peloteros para 16 equipos!

Yo quitaría la Serie Nacional y dejaría la sub 23 con recursos. Los jugadores que no logren contratos en el exterior que refuercen los equipos de sus provincias; pero, además, ¡nosotros no tenemos peloteros para 16 equipos!

“Fidel dijo: 'él béisbol cubano será uno antes del Clásico y otro después del Clásico'.

“Si aquel segundo lugar se considera un triunfo, hay que sacar experiencias de ese triunfo para, al menos, mantener ese lugar, tan lejano ya. ¿Y cómo no va a estar lejano? si nos falta lo elemental: un campo de entrenamiento. si tenemos que seguir insertando peloteros en otras ligas, si tenemos que recuperar el tan nombrado trabajo en la base.

“¿Qué campo de entrenamiento como los otros equipos del mundo, tenemos? Utilizaban, hasta que yo estuve, el gimnasio de la motorizada de la PNR; dicen que ahora construyeron uno en el Latino.

“En el 2006 los hospedaban en las Yagrumas, un hotel que está a más de cincuenta kilómetros del Latino”.

¿Tiene arreglo la pelota cubana?

“Claro que lo tiene. Facilito: todos los patrocinadores están en Cuba, no tienes que ir a ningún lado: Castrol, Iberostar, Cohiba, Havana Club, todos locos por poner sus vallas anunciadoras en las gradas del Latino y de todos los estadios del país.

“No tenemos implementos deportivos de ningún tipo, no sólo de béisbol. Ni en EIDES ni en ESPAS. La masividad se perdió. Aquellos parques que tú veías por las carreteras cubanas, repletos de niños jugando pelota, se acabaron.

“Aquellos terrenos en bateyes, barrios, cooperativas. No tiene fuerza el movimiento de activistas voluntarios, los buenos entrenadores marcharon en pos de otros horizontes. Hoy día no hay una pelota en
ningún área que no sea en capitales de provincias. Te lo digo con base.

Los buenos entrenadores marcharon en pos de otros horizontes. Hoy día no hay una pelota en ninguna área que no sea en capitales de provincias

“Los padres son los que visten y buscan los implementos de los niños y fíjate el precio de un bate en una tienda de divisas en Cuba, a ver cuántos pueden acceder a él”.

¿Crees que es correcto situar un secretario del Partido en el puesto de comisionado nacional en los momentos en que Cuba defiende la postura de que nuestra Federación es independiente, para poder así ser asimilada en la MLB?

“Sí, no le veo nada a eso. Ese compañero dejó de ser un dirigente político para ser deportivo. Lo mismo pasó con Humberto Rodríguez y salió bien por años. Puede ser de cualquier sistema de dirección, lo que debe ver quiénes son sus asesores, quiénes lo acompañan, y podremos ver nuevamente los frutos.

“Ah, pero si sigue la misma camarilla que acompaña a Higinio hace más de quince años, pueden poner a Baby Ruth, a quien quieras, no avanzaremos nunca.

Si sigue la misma camarilla que acompaña a Higinio hace más de quince años, pueden poner a Baby Ruth, a quien quieras, no avanzaremos nunca

“Si a esa persona la apoyamos, le limpiamos el sendero de falsedades y mentiras alcanzaremos un resultado favorable. ¿Qué importa que venga de dirigir el Partido en la Isla? Él asume otro compromiso.

“¿Quieres que te diga a quién pusiera yo? Al secretario del PCC en Santiago de Cuba o Camagüey, Lázaro Expósito o Jorge Luis Tapia. Mira cómo están esos equipos y lo que hizo Tapia en Ciego. No es el cargo que ocuparán es lo que son capaces de hacer. Son respetados, van a recibir apoyo porque saben cómo recabarlo. Exigirán porque ellos han demostrado que pueden hacerlo.

“La comisión cubana actual no tiene ni en qué moverse, no tiene recurso alguno, ni sale a sacarlo de debajo de las piedras si es necesario. Los resultados lo demuestran. Es el respeto que se ha ganado, ni más ni menos”.

La comisión cubana actual no tiene ni en qué moverse, no tiene recurso alguno, ni sale a sacarlo de debajo de las piedras si es necesario. Los resultados lo demuestran

De inicio yo sabía que una entrevista a César Valdés iba a resultar dura pero escribiéndola me he dado cuenta cuán dura es. Vamos a aflojar.

Dime de tus eventos internacionales que sé tienes varias anécdotas atractivas que contarnos.

“No vayas a creer que me fue fácil. Yo era de los árbitros que bajaban del avión por no confiable. Una fue cuando en 1993 íbamos a un torneo cadetes en Campeche, México, y la otra, a un Mundial también cadetes que cubriste tú, en Londrina, Brasil, 1995, que ganó Cuba con Miguel Borroto de mánager y jonrón decisivo de Joan Carlos Pedroso.

“Gustavo Coipel fue a México y Lázaro Ramírez a Brasil, este último se quedó en el Gigante Sudamericano. Imagínate trabajar en los juegos de los muchachos durante cuarenta y cinco días de entrenamiento en el Latino, debajo de ese sol, y que ya con las maletas hechas te llamen y te digan: '¡no vas!'”

Yo era de los árbitros que bajaban del avión por no confiable

¿Y por qué?

“Entre otras cosas porque de mi familia se habían ido primos y tíos, y pensaban que faltaba yo. En ese propio 1995 pude ¡al fin! viajar. Fui a Italia junto a Gustavo Coipel y el cienfueguero Roberto Ferreiro. Allí estuve tres años, hasta 1998. Ya un año después, en el 99 fui uno de los árbitros en los juegos Cuba-Baltimore, muy recordado el partido en Estados Unidos cuando proyecté al individuo que invadió el terreno poniendo en peligro la continuación del juego.

“Déjame decirte que no hubiera querido hacerlo, era un juego amistoso entre dos potencias beisboleras, entre dos países que debieran estar unidos. A mi llegada, Fidel hizo un aparte conmigo que nunca olvidaré”.

¿Tu palmarés internacional, al menos lo más sobresaliente?

“Dos Juegos Olímpicos, Sydney y Atenas; tres Juegos Panamericanos y dos Centrocaribeños; el primer Clásico Mundial así como cinco Campeonatos Mundiales. Arbitré además en ligas profesionales de Italia, Japón y Nicaragua. Y punto final: no voy a arbitrar más ni en Cuba ni en el extranjero”.

No voy a arbitrar más ni en Cuba ni en el extranjero

¿Entonces la pelota terminó para Luis César Valdés?

“Como ampaya sí, pero estoy en la mejor disposición de servir en otras funciones a la pelota cubana. Por lo pronto, pienso aceptar una invitación del boricua Carlos Reyes, ya te hablé de él, prestigioso dirigente de árbitros, para desarrollar un curso en Puerto Rico”.

¿Sueños?

“El más grande es que nuestro béisbol recobre su lugar en el planeta. No quiero que esta entrevista sea tomada desde un punto de vista negativo sino constructivo. Dije al pan pan y al vino vino, y si me atreví a dar esta entrevista fue, únicamente, en forma muy personal a la periodista que escribe estas letras, porque tengo toda la confianza del mundo en ella y en Cuba.

No hay que estar fuera de este país para denunciar lo mal hecho y deprime tanto ver cómo a gente con talento, que lo han dado todo, le niegan la posibilidad de aportar

“Agradezco a Cuba toda la posibilidad que me dio en ser el árbitro que fui, ser la persona que soy. Pueden confiar en mí para llevar a cabo cualquier tipo de tarea que pueda hacer que nuestra pelota sea nuevamente respetada. Desde Cuba y para Cuba ¡aquí estamos! No hay que estar fuera de este país para denunciar lo mal hecho y deprime tanto ver cómo a gente con talento, que lo han dado todo, le niegan la posibilidad de aportar. Es triste. Gracias Julita”

¡Gracias a ti César, amigo!

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada