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Investigan en Cuba secuelas renales en pacientes con COVID-19

El virus favorece el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, no solo renales, sino también cardiovasculares y cerebrovasculares.

Paciente en Cuba. © Ismael Batista Ramírez / Granma
Paciente en Cuba. Foto © Ismael Batista Ramírez / Granma

Este artículo es de hace 3 años

Un grupo multidisciplinario compuesto por más de 40 especialistas investiga secuelas renales en pacientes que han superado la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus en Cuba.

Los pacientes pueden mantener un estado inflamatorio crónico a bajo nivel, clasificado en subclínico, lo que favorece el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, no solo renales, sino también cardiovasculares, cerebrovasculares, entre otras.

La investigación, dirigida por el Instituto de Nefrología de Cuba Abelardo Buch López y que incluye especialistas del hospital capitalino clínico, quirúrgico y docente Salvador Allende, se centra en la enfermedad renal crónica en pacientes infectados con el Sars-Cov-2.

El nefrólogo y profesor titular Raúl Herrera Valdés, que lidera la investigación, explicó al diario oficialista Granma que el estudio se basa en información internacional, la cual apunta indicios sobre alteraciones renales en los pacientes activos, que derivan en un cuadro renal agudo, con necesidad de tratamiento sustitutivo.

En junio, varios científicos estadounidenses hablaron de las implicaciones que el COVID-19 podía traer para la salud de los pacientes positivos a la enfermedad.

“Pensábamos que sólo se trataba de un virus respiratorio. Pero resulta que llega al páncreas, que ataca el corazón. Va por el hígado, el cerebro, los riñones y otros órganos. No nos dimos cuenta de eso al principio”, dijo el doctor Eric Topol, cardiólogo y director del Instituto Scripps de Investigación Transnacional de La Jolla, en California.

Por su parte, Herrera Valdés detalló que el virus para su propagación utiliza la vía sanguínea, por lo que las afectaciones renales son una preocupación a tener en cuenta. “El riñón es uno de los más vascularizados del organismo, pues la sangre cruza a través del riñón y este manufactura ese torrente sanguíneo, o sea, la filtra, la concentra, para la producción de orina”, explicó.

“Por otra parte, el riñón es uno de los órganos que contienen mayor cuantía del receptor del virus de la COVID-19. Y, además, se dan otros elementos generales que concurren en un fallo multi-orgánico que afecta al organismo con daños también para el riñón como las infecciones, los medicamentos nefrotóxicos, los estados de hipotensión arterial, el daño muscular, la liberación de proteínas dañinas y otros factores”, aseguró.

La investigación en Cuba toma una muestra de pacientes asintomáticos, sintomáticos leves, graves, críticos y fallecidos. En ella participan, además de los nefrólogos, los especialistas en laboratorio, anatomía patológica, imagenología, epidemiólogos, y otros con presencia en el sistema de Atención Primaria de Salud.

Según el especialista, los resultados preliminares muestran la necesidad del autocuidado, primero para no enfermar, porque, de ocurrir el contagio, podrá haber secuelas. Los pacientes en ocasiones mantienen varios síntomas meses después de la infección, con dolores articulares, pérdida del olfato y el gusto, alteraciones en la memoria y otros efectos.

Herrera sostiene que es necesario un seguimiento médico y un cambio en el estilo de vida, ya que existe una susceptibilidad para desarrollar otras enfermedades.

En agosto, un trabajador de la emisora de radio de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, refirió que, tras haber sido identificado con el coronavirus, algunos exámenes le diagnosticaron inflamación en los intestinos y los riñones.

Todavía se desconocen los efectos que la pandemia podría tener sobre las personas en materia de salud, pero se sospecha que los pacientes pueden experimentar también trastornos de coagulación de la sangre, lo cual puede provocar accidentes cerebrovasculares e inflamación extrema que ataca a múltiples órganos.

Este martes, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) reportó 224 nuevos casos positivos de coronavirus. En las últimas 24 horas, no se reportaron fallecidos, pero se mantienen 22 personas hospitalizadas en unidades de cuidado intensivo, ocho de ellas, se encontraban en estado crítico. Hasta la fecha, el país acumula 12 964 casos confirmados de COVID-19 y 147 muertes asociadas a la pandemia.

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Maykel González

Periodista de Cibercuba. Graduado de Periodismo por la Universidad de La Habana (2012). Cofundador de la revista independiente El Estornudo.


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