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Cataratas del Niágara se iluminarán de azul, rojo y blanco para celebrar el Día Nacional de Cuba

La embajadora cubana en Canadá, Josefina Vidal, agradeció al Comité de Iluminación de las Cataratas del Niágara

Espectáculo de luces y fuegos artificiales en las Cataratas del Niágara © blogTO
Espectáculo de luces y fuegos artificiales en las Cataratas del Niágara Foto © blogTO

Este artículo es de hace 3 años

Los colores de la bandera cubana iluminarán las cataratas del Niágara el próximo 28 de enero para celebrar el Día Nacional de Cuba, anunció a través de su cuenta de Twitter la embajadora cubana en Canadá, Josefina Vidal.

En su anuncio, la embajadora agradeció al Comité de Iluminación de las Cataratas del Niágara, institución que se ocupa de la iluminación del paraje natural durante los 365 días del año, además de la organización de espectáculos de fuegos artificiales que suelen ser habituales como parte de la promoción del entorno.

Aunque la información que comparte la embajadora no hace mención al origen de la iniciativa, es de suponer que el Comité de Iluminación haya accedido a una propuesta llegada de la embajada cubana. La fecha conmemora el natalicio del héroe nacional José Martí, pero sería la primera ocasión en que tal efemérides se celebra de esta forma en Canadá.

Sea por medio de una gestión de la embajadora Vidal o por generación espontánea de la propia institución, el próximo 28 de enero los 750 mil galones de agua por segundo que descienden del río Niágara por las paredes de la catarata llevarán pintados con luz los colores blanco, rojo y azul de la enseña nacional cubana.

Vidal, quien fuera Directora General para Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) y presidiera la delegación cubana en la primera y segunda ronda de conversaciones Cuba-Estados Unidos para abrir el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, ocupa el cargo de embajadora en Canadá desde marzo de 2018.

En abril de 2016, durante una entrevista que le hicieron para el canal de televisión libanés, Al Mayadeen, Vidal declaró que, efectivamente, existía una pequeña oposición en Cuba debido a los esfuerzos de Estados Unidos por construirla.

“Si existe una pequeña oposición en Cuba, oposición entre comillas, es porque Estados Unidos a lo largo de los años ha realizado muchos esfuerzos para fabricarla”, declaró entonces la Directora General para Estados Unidos.

Preguntada por la posibilidad de iniciar cambios democráticos en Cuba, la experimentada embajadora del régimen cubano se refugió en el mantra del argumentario oficial: "Los modelos democráticos no se importan", enfatizó la embajadora.

Nombrada ya en el cargo de embajadora en Canadá, Vidal criticó la decisión de este país de retirar a parte del personal en La Habana, tras las consecuencias sufridas por los misteriosos “ataques sónicos” que provocaron lesiones en parte del personal de la embajada canadiense.

“Lo que no podemos entender es tomar una decisión de esta magnitud con las consecuencias en las relaciones, sin evidencias. ¿Cuál es la causa de las enfermedades que los diplomáticos canadienses han informado? No hay evidencia de que Cuba no sea un país seguro”, dijo en aquella ocasión.

Recientemente, la funcionaria comentó a través de su cuenta de Twitter que: "Una relación de coexistencia civilizada entre Cuba y Estados Unidos, basada en el respeto de las diferencias y en la identificación de áreas de interés y beneficio mutuo, es posible". La declaración seguía el hilo de un tuit del mandatario cubano en el que “reconocía” el resultado de las elecciones estadounidenses y expresaba: “Creemos en la posibilidad de una relación bilateral constructiva y respetuosa de las diferencias”.

El gran salto de agua que se ubica en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, se presta al vuelo de la imaginación en los poetas y pareciera que también refleja el imaginario o desiderátum de los políticos que buscan confundir sus objetivos entre las masas de agua que caen y conforman un espectáculo sublime.

José María Heredia, poeta cubano muy admirado por José Martí, dedicó unos versos al Niágara que se estudian en Cuba desde las primeras enseñanzas y que han sido interpretados en el sentido de una defensa de sus ideales independentistas.

Sin dejar de tener validez esa lectura, que remite a tiempos en que los ideales de justicia y libertad se manifestaban en la denuncia de la opresión sufrida por parte de la administración colonial en la isla, el poema es un canto a la libertad del hombre, un sentimiento tan poderoso como las fuerzas de la naturaleza, una verdad tan compleja que por su naturaleza se asemeja al misterio de las fuerzas sobrenaturales.

Cuando el próximo 28 de enero las cataratas del Niágara se iluminen con los colores de la bandera cubana, muchos de los partidarios del régimen cubano lo experimentarán como una iniciativa suya, una muestra de solidaridad que reconoce su legitimidad insular.

Sin embargo, ahí están los versos de Heredia para emocionar con una lectura contemporánea ese Día que, para los cubanos, tiene un gran significado simbólico:

...

¡Dios, Dios de la verdad! En otros climas

vi monstruos execrables

blasfemando tu nombre sacrosanto,

sembrar horror y fanatismo impío,

los campos inundar con sangre y llanto,

de hermanos atizar la infanda guerra,

y desolar frenéticos la tierra.

Vilos, y el pecho se inflamó a su vista

en grave indignación. Por otra parte

vi mentidos filósofos que osaban

escrutar tus misterios, ultrajarte,

y de impiedad al lamentable abismo

a los míseros hombres arrastraban.

Por eso siempre te buscó mi mente

en la sublime soledad: ahora

entera se abre a ti; tu mano siente

en esta inmensidad que me circunda,

y tu profunda voz bajo mi seno

de este raudal en el eterno trueno.

...

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