La cooperación en los campos biotecnológico y farmacéutico constituye un pilar fundamental de las relaciones entre China y Cuba, y ambos países están dispuestos a trabajar para llevarla a un nivel superior “en beneficio de la salud de ambos pueblos”, según las conclusiones de una reunión sostenida este jueves entre directivos de la isla y el gigante asiático.
Entre los proyectos destacados en la Undécima Reunión del Grupo de Trabajo en Biotecnología Cuba-China, directivos de BioCubaFarma y de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China (CNDR) mencionaron una vacuna que desarrollan científicos de ambos países para proteger ante posibles nuevas cepas de coronavirus (conocida como Pan-Corona) y la construcción de un complejo industrial para la producción del PPG.
“Gracias al potencial científico de nuestro país, fruto del liderazgo y la visión estratégica del Comandante en Jefe Fidel Castro, al sentir humanista del pueblo cubano y a su vocación de estudio y trabajo en pro del bienestar de todos, hoy podemos exhibir reconocidos logros en la biotecnología a pesar de los obstáculos que nos impone el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, recrudecido en tiempos de pandemia”, destacó el vice primer ministro, Jorge Luis Perdomo Di-Lella.
En una reunión celebrada por videoconferencia, según Cubadebate, los representantes de Pekín y La Habana evaluaron los logros y experiencias de la cooperación bilateral en biotecnología durante los dos últimos años y definieron objetivos y prioridades para el periodo 2022-2023.
“Esa cooperación marcha a buen ritmo y son palpables los resultados de las empresas mixtas en el desarrollo y obtención de anticuerpos, vacunas y fármacos novedosos”, afirmó Perdomo Di-Lella, quien agradeció a China “la ayuda ofrecida en todo momento a nuestro país en el enfrentamiento a la pandemia… gesto de amistad y solidaridad que ratifica el principio de apoyo mutuo entre ambas naciones en los momentos más difíciles”.
“Tras el inicio de la pandemia ha habido una nueva cooperación, que es complementaria y mutuamente beneficiosa. Estamos dispuestos a trabajar con Cuba para llevar la cooperación biotecnológica a un nivel superior”, aseguró Lin Nian Xiu, vicepresidente del CNDR.
Para el directivo asiático, los próximos cinco años serán claves en el desarrollo de la bioeconomía. La aparición del coronavirus en China y la rapidez con que devino en pandemia global, han marcado un punto de inflexión en la economía mundial. China es actualmente el segundo mercado mundial en el sector farmacéutico.
Las condiciones están creadas, según los especialistas reunidos, para posicionar el resultado de la cooperación de ambos países en estos campos. “China proseguirá su trabajo en la inversión para impulsar la innovación en la biotecnología. Debemos seguir trabajando conjuntamente en la misma dirección. Ese objetivo está en consonancia con las estrategias de desarrollo de los dos países”, subrayó el directivo chino.
“Debemos ampliar los ámbitos de cooperación. Seguir consolidando los tradicionales y ventajosos proyectos de colaboración en biomedicina y tratamiento de enfermedades; acelerar la expansión en la aplicación de los avances tecnológicos y ampliar los resultados de transformación industrial. Al mismo tiempo, explorar nuevas oportunidades de cooperación en áreas como terapia celular y ciencia del cerebro”, añadió.
Para ello, incidió en la importancia de desarrollar de manera conjunta laboratorios, zonas y parques de desarrollo industrial, y la exploración conjunta de mercados de terceros. En ese sentido, se firmaron varios acuerdos en el ámbito empresarial que garantizan la continuidad y fortalecen la cooperación bilateral en ese sector.
En ese sentido, se prevé la construcción de un complejo industrial Cuba-China para la producción del PPG y otros productos naturales en la nueva Zona de Desarrollo de Alta Tecnología del Lago Occidental de Wuhan, “proceso en el que ambas partes deben trabajar en el próximo periodo para incorporar nuevos productos de interés común”.
Entre ellos, el Dr. Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), se refirió a Pan-Corona, una vacuna que desarrollan científicos de Cuba y China y que busca proteger ante posibles nuevas emergencias de cepas de coronavirus, y para la cual ya se han sintetizado las primeras cepas de betacoronavirus.
El proyecto, que avanza en el centro conjunto de I+T en Yongzhou, provincia de Hunan, se basa en la plataforma tecnológica desarrollada por el CIGB, de La Habana, para potenciar la respuesta inmunológica por la vía nasal, como el candidato vacunal Mambisa.
Como colofón del evento, el Dr. Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, resaltó el espíritu de hermandad y colaboración, “con una clara visión de que la alianza Cuba-China en el sector biofarmacéutico es estratégica para ambos países”.
De igual forma, expresó el rechazo de La Habana hacia “la marcada postura incriminatoria de Occidente hacia China sobre el rastreo de los orígenes del nuevo coronavirus”, reiterando la posición del régimen cubano contraria a cualquier intento de politizar, responsabilizar o estigmatizar a determinados países por la pandemia.
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