Ante la crisis económica y sanitaria que Cuba vive, 114 miembros del Congreso de Estados Unidos enviaron una carta al presidente Joe Biden para pedirle que priorizara el bienestar del pueblo cubano, suspendiera las regulaciones que impiden que los alimentos, medicamentos, remesas y otra asistencia humanitaria llegara a la isla y avanzara hacia la normalización de relaciones entre ambos países.
La iniciativa estuvo liderada por el presidente del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, James P. McGovern, el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, Gregory W. Meeks, la presidenta del Subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes sobre Operaciones Estatales y Extranjeras, Barbara Lee, y el presidente del Subcomité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, Bobby L. Rush.
Los funcionarios instaron a la administración actual a eliminar las licencias específicas requeridas para enviar a Cuba suministros médicos, como kits de prueba y dispositivos respiratorios, al igual que las restricciones a las transacciones bancarias y financieras relacionadas con la ayuda humanitaria y las que pesan sobre las remesas familiares y no familiares; con el propósito de permitir que los cubanoamericanos ayuden a sus familias y las organizaciones sin fines de lucro y los grupos religiosos brinden asistencia humanitaria.
"Si bien el embargo permite el envío de ayuda humanitaria, en la práctica, los requisitos de licencia, la verificación del uso final, las restricciones al sector bancario y el temor de infringir sin saberlo la ley estadounidense complican gravemente el envío de ayuda humanitaria a Cuba desde Estados Unidos y otros países", argumentaron.
Acerca del tema de las remesas en particular, precisaron que todavía están esperando por que se tomen medidas basadas en las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Remesas que estableció a raíz de las protestas del 11 de julio, encargado de acelerar una revisión sobre cómo enviar remesas directamente al pueblo. "A pesar de las preocupaciones de que el gobierno de Cuba obtenga ingresos de las remesas, el gobierno captura menos ingresos de las remesas que en el pasado debido a los cambios iniciados en julio de 2020 y gran parte de los ingresos del gobierno de las remesas se canaliza a las importaciones de alimentos, combustibles y bienes esenciales para los cubanos que no tienen familia en el extranjero, muchos de ellos en comunidades marginadas", señalaron.
Además, argumentaron que el gobierno estadounidense no restringe el envío de remesas a la mayoría de los países a los que impone sanciones, y pusieron de ejemplo que recientemente se reinició el flujo de remesas a través de Western Union hacia Afganistán; "lo que demuestra que es consciente de la importancia que tienen los canales de remesas para los países que enfrentan crisis humanitarias y económicas".
Los viajes de cubanoamericanos a Cuba, afectados por las políticas del expresidente Donald Trumo. Sus firmantes resaltaron que actualmente existen dificultades para que las familias se reúnan en la isla y se desarrollen diálogos e intercambios entre ambas sociedades. "Las restricciones de viaje también han perjudicado a las pequeñas empresas privadas, que no han podido acceder a los bienes y productos necesarios y han tenido problemas desde que el turismo comenzó a desacelerarse después de que se implementaron tales restricciones. Permitir los viajes a Cuba aumentaría el flujo de suministros humanitarios necesarios a la isla y la cantidad y distribución de dinero y bienes enviados directamente a manos de los cubanos", puntualizaron.
En otro orden, con respecto a la inclusión de Cuba en la lista de Estado Patrocinador del Terrorismo, solicitaron a Biden que recomendara al Departamento de Estado realizar una nueva revisión en aras de eliminarla de la misma. "Esta designación coloca otro obstáculo en el camino hacia la mejora de las relaciones y crea más obstáculos para la compra o recepción de bienes humanitarios".
Para los congresistas, la promoción de "una política de compromiso con Cuba sirve a los intereses de Estados Unidos y del pueblo cubano" y debería conducir a un esfuerzo más amplio hacia la normalización de las relaciones entre ambas naciones y la reactivación de actividades diplomáticas en sus respecivas embajadas. "Debido a que la sección consular de la Embajada de Estados Unidos ha estado cerrada a los cubanos, Estados Unidos está violando el acuerdo migratorio de 1994 firmado con Cuba para poner fin a la última crisis migratoria", acotaron. Y, como consecuencia, miles de cubanos se han visto en la necesidad de migrar en condiciones ilegales y peligrosas.
En cuanto al tema de los derechos humanos en Cuba, comentaron que la mejor manera de ayudar a su protección es mediante una política que busque "un compromiso basado en principios", y no un el aislamiento unilateral, que ha demostrado no funcionar. "Es más probable que el compromiso permita las aperturas políticas, económicas y sociales que los cubanos puedan desear y alivie las dificultades que enfrentan los cubanos hoy", afirmaron.
"Hoy, luego de casi cinco años de estrictas sanciones estadounidenses, los incipientes movimientos sociales de Cuba que surgieron durante los años de acercamiento encuentran su espacio para el debate público y la libre expresión más restringido que en 2016. Sin embargo, el aumento de los canales de comunicación y el acceso a la información a través de la las plataformas de Internet y redes sociales en los últimos años, en gran medida debido a la política de compromiso seguida por la Administración Obama-Biden, han influido dramáticamente en la forma en que los cubanos se comunican y sus niveles de activismo para influir en la toma de decisiones y movilizarse y abogar por causas sociales", sostuvieron.
Además, expusieron su interés en reanudar la colaboración en áreas clave en temas como migración, respuesta a desastres, medio ambiente, la lucha contra las drogas y el lavado de dinero, e incluir la respuesta al COVID-19 y a futuras pandemias.
"Estamos ansiosos por trabajar con usted para promover las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, los derechos humanos y la prosperidad en la isla", agregaron.
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