APP GRATIS

Fao a las mallas de Díaz-Canel

Los periodistas cubanos tienen la obligación y el derecho de entrevistar al presidente de Cuba

Presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante entrevista radial © Alejandro Azcuy / Cubadebate
Presidente cubano Miguel Díaz-Canel durante entrevista radial Foto © Alejandro Azcuy / Cubadebate

Este artículo es de hace 1 año

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, acaba de dar un fao a las mallas, con su entrevista radial al sociólogo argentino Atilio Borón, desperdiciando la oportunidad de hacerlo con periodistas norteamericanos -a tenor de la gravedad su denuncia contra la administración Biden- y discriminando, como hacía Fidel Castro, a comunicadores cubanos, aunque se haga selfies con elegidos de la subguara tardocastrista.

En la entrevista, el presidente cubano lanzó una acusación grave contra Estados Unidos: "Recuerdo cómo el Gobierno de los Estados Unidos nos negó oxígeno en los momentos en que tuvimos escasez de oxígeno por una rotura de nuestras plantas, y eso fue criminal. Nos negó la entrada de ventiladores pulmonares y de insumos que necesitábamos para nuestro enfrentamiento a la COVID-19".

¿Por qué no convocó entonces a periodistas norteamericanos? ¿Ha denunciado Cuba estos hechos ante organismos internacionales? ¿Ha recrudecido Estados Unidos el embargo, revocando las autorizaciones de venta de alimentos, medicamentos e insumos médicos? ¿Aprovechó el gobierno cubano las recientes ronda de conversaciones migratorias en Washington y una reunión con agricultores estadounidenses en La Habana para denunciar estos hechos?

¿Qué medidas tomó el presidente cubano con los responsables de que la principal planta productora de oxígeno medicinal en la isla, permaneciera rota durante 18 años? ¿Han sido enjuiciados y encarcelados; como se ha procedido contra miles de manifestantes del 11J? ¿Cuántos ministros y dirigentes han sido destituidos por el desastre asistencial de enfermos de coronavirus? ¿Qué responsabilidad tienen el presidente y el Buró Político del partido comunista al consentir la continuidad del programa inverso de GAESA en hoteles de lujo, mientras cientos de cubanos morían asfixiados?

En su incoherencia y ante la mansedumbre de la estatal Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Díaz-Canel discrimina a los periodistas oficialistas, encarcela, reprime y destierra a comunicadores independientes; y comete la torpeza de privarse del importante valor de proximidad en la comunicación, en aras de una intencionalidad política de dudosos resultados.

Los periodistas cubanos tienen la obligación y el derecho de entrevistar al presidente de Cuba, que se comporta como saboteador permanente de la comunicación, aunque alardee de la infantil resistencia creativa, penúltimo eslogan de la baba sin quimbombó.

Díaz-Canel no admite consejos profesionales de comunicación política o vive rodeado de un enjambre de guatacas inútiles, sin los reflejos necesarios para impedir operaciones fallidas como la que acaba de protagonizar y que Cubadebate publique una foto en la que parece más un locutor leyendo una proclama que el presidente de la República de Cuba, posando en una escenografía forzada y chea, salpicada por cuatro teléfonos blancos, en la era de la comunicación móvil y satelital.¡Vieja estampa, miedoso compañero; caballero inseguro!

Borón puede ser el mejor aliado de la dictadura castrista en el cono sur latinoamericano, pero carece de acceso a los pincipales medios de comunicación argentinos y transmitió la charla por la emisora de la bonaerense Universidad Nacional de Avellaneda, enlazada con las radios de las Madres de la Plaza de Mayo y otras locales de la región; todas con magros índices de audiencia, que ni siquiera son reflejados en las estadísticas de rating de sus países.

La audiencia de este tipo de emisoras, en cualquier parte del mundo, al margen de la filiación ideológica de sus dueños, tiene una marcada vocación local y Díaz-Canel es un marciano para los oyentes de esas radios; más pendientes del reciente paquetazo del gobierno peronista que de los mensajes de Cuba, que es a quien debería hablar y comunicar diariamente, sin vetos ni discriminaciones; en vez de rodearse de periodistas dispuestos a pasarle la mano por el lomo a cambio de migajas selectivas y revocables.

Otro elemento que Díaz-Canel obvió es la dudosa credibilidad de Atilio Borón que -incoherentemente- en muchas ocasiones actúa más como vocero de Cuba, Nicaragua y Venezuela que como un experto en Ciencias Sociales, graduado en Harvard, y que ha agredido a los mandatarios de Argentina y Chile, estados que mantienen relaciones diplomáticas con La Habana.

Borón ve a Alberto Fernández como "una persona, excesiva y patológicamente dialoguista, a veces yo lo veo más como un buen profesor que comenta sobre la realidad argentina y no como un hombre que tiene que tomar las grandes decisiones"; aunque no duda en elogiar a Cristina Fernández de Kichner -vicepresidenta y en guerra abierta con el presidente- comparándola con Evita Perón, aunque la considera más inteligente y preparada que la principal populista argentina.

Al flamante mandatario de Chile, Gabriel Boric, desmarcado de Cuba, Venezuela y Nicaragua en temas de libertades y derechos humanos, Borón saludó con este soberbio twitter:

Díaz-Canel puede sentirse cómodo con el entrevistador Borón, pero Fidel Castro, que conocía el valor de la propaganda desde el Moncada, cuando quería comunicar, convocaba a primeras espadas del periodismo norteamericano como Herbert Matthews, Wendel L. Hoffman, Lisa Howards, Dan Rather, Bárbara Walters, Jon Alpert, Dianne Sawye, Bernard Shaw, el cineasta Oliver Stone, y Jeffrey Goldberg, a quien confesó "el modelo cubano no funciona ni para nosotros", desliz en acuario, que luego matizó.

Ya que Díaz-Canel asegura ser continuidad de Fidel Castro, debía no solo imitarlo en su discriminación selectiva y permanente de periodistas cubanos, sino también en elegir mejor a sus entrevistadores.

¿Qué opinas?

VER COMENTARIOS (3)

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada