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Gobierno cubano reconoce inconsistencias en elevadas utilidades de más de 400 empresas

El gobierno cuestionó la coherencia de los planes que se elaboran en las empresas y admitió que los precios que establecen son excesivos con respecto a la realidad de la economía cubana.

Alejandro Gil Fernández en la reunión con directivos de empresas © Estudios Revolución
Alejandro Gil Fernández en la reunión con directivos de empresas Foto © Estudios Revolución

Este artículo es de hace 1 año

Autoridades del gobierno cubano cuestionaron la exactitud de los reportes de utilidades del 150 por ciento o más que registraron 479 empresas durante los dos primeros meses de 2022.

En un reciente análisis entre funcionarios del gobierno y directivos del sector empresarial, se reconoció que este sobrecumplimiento de utilidades se debe, en unos casos, a una rentabilidad excesiva y, en otros, a que los planes elaborados por las empresas resultan “cómodos” y “complacientes”.

“¿Será que estas empresas son muy eficientes o es que el plan que hicieron estaba lejos de sus potencialidades?”, se cuestionó Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, según un reporte publicado en la web de la Presidencia de Cuba.

Entre enero y febrero pasados, un grupo de empresas alcanzaron una rentabilidad sobre las ventas de 80 centavos y más por peso, cuando el promedio del sistema empresarial cubano está en el orden de los 18 centavos, y el de las entidades estatales en 15 centavos, de acuerdo con el análisis gubernamental.

Gil Fernández consideró incongruente que empresas que sobrecumplen sus utilidades, incumplan a la vez sus planes de venta, lo que atribuyó a que los gastos reales pudiera estar por debajo de los planificados. “Se supone que si usted sobrecumple mucho las utilidades, es porque sobrecumplió mucho las ventas, si no es así, la única explicación es que su gasto real fue muy inferior al planificado”, señaló.

Asimismo, cuestionó la coherencia de los planes que se elaboran en las empresas. “Desde el Ministerio no podemos ir a todas las empresas, pero convocamos a todas a que se revisen, porque el plan tiene que ser objetivo, de lo contrario nos estamos engañando a nosotros mismos”, advirtió el ministro.

En la poco competitiva economía cubana, donde existe una restricción de oferta, los que ofrecen bienes y prestan servicios pueden prácticamente imponer los precios. Por lo que este mal manejo en la elaboración de los planes, puede estar influyendo en el aumento de la inflación, según señaló el ministro, quien admitió, a su vez, que los precios que establecen las empresas son excesivos con respecto a la realidad de la economía cubana.

Para Gil Fernández estas inconsistencias tienen que ver con falta de preparación y de responsabilidad por parte de directivos que, luego del proceso de ordenamiento económico que su gobierno ha impulsado, cuentan con mayor autonomía y capacidad de gestión.

El viceprimer ministro cubano instó a los empresarios estatales a “tener un alto grado de conciencia” y analizar cómo “disminuir tarifas o precios, porque todos los costos, de manera directa o indirecta, van a los precios que al final de la cadena quien los paga es la población”.

Recordó que el Presupuesto del Estado de 2022 tiene un déficit de aproximadamente 76,000 millones de pesos, y aseguró que aumentar la contribución de las empresas a este -el sistema empresarial aporta alrededor del 80% de los ingresos del presupuesto- también ayuda a controlar la inflación.

En otra reunión el mes pasado entre el gobierno y el sector empresarial, donde se analizaron las más de 400 empresas que reportaron pérdidas, Gil Fernández se mostró más optimista y valoró el sobrecumplimiento de utilidades como un hecho positivo.

“Los datos macroeconómicos expresan que estamos sobrecumpliendo las utilidades, sobrecumpliendo las ventas, que estamos cerca de los niveles previstos de exportaciones, que una buena parte de las empresas son rentables”, comentó en aquella ocasión.

De acuerdo con el informe oficial, al término de febrero, 480 empresas cubanas (el 25%) tuvieron pérdidas por un monto de 3,238 millones de pesos. De estas, 467 son entidades estatales, que registraron pérdidas por 3,207 millones de pesos (124 en la agricultura, 55 en la industria azucarera, 27 en la industria alimentaria, 19 en la construcción, 14 en la industria, 15 en el transporte, 136 en la subordinación local).

En 20 empresas se concentra el 50% de las pérdidas; 97 entidades registran pérdidas brutas en venta y otras 361 en operaciones.

Al cierre del pasado año, el gobierno cubano admitía que el plan de ordenamiento de la economía tuvo problemas tanto en su diseño como en su implantación, lo que ha generado “en algunos ámbitos, resultados no deseados y múltiples insatisfacciones entre la población”.

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