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La basura devora a Holguín

La basura se acumula en cualquier esquina de la ciudad y circunda hospitales, escuelas y círculos infantiles con todo lo que ello implica para la salud comunitaria.


Este artículo es de hace 1 año

Holguín huele a basura. No hay otra forma de decirlo. Caminas por las calles -incluso las más céntricas- y puedes encontrar vertederos improvisados a la intemperie, y moscas y roedores husmeando en la podredumbre, a plena luz del día. A veces las personas también husmean.

Nadie me lo contó. Lo pude ver cuando visité Cuba en 2019 y nada ha cambiado desde entonces. O sí, ahora es mucho peor, según me cuentan. En aquel momento, recuerdo que escribí a la prensa local (donde un día yo trabajé) para que tomaran cartas en el asunto.

Vertedero en Villanueva de aproximadamente 1km, 25 de junio de 2022. Facebook / Andrés Gracias

Para mí, la situación era alarmante y así les hice saber. Pero yo llevaba ocho años sin ir a Cuba: entiendo que para el que vive en esa realidad día a día le sea difícil advertir la dimensión brutal del deterioro.

Uno de los problemas que enfrenta la ciudad de Holguín, mi ciudad, además de la falta de alimentos, de medicinas y de fluido eléctrico, es la recogida de desechos sólidos. La basura se acumula en cualquier esquina de la ciudad y circunda hospitales, escuelas y círculos infantiles, con todo lo que ello implica para la salud comunitaria.

Vertedero en calle Victoria, Reparto Libertad. Al fondo el círculo infantil Mario Pozo. Facebook, 26 de mayo de 2022

La falta de higiene devora a la que un día fuera una de las urbes más limpias de Cuba. Y el mal olor se esparce de un extremo a otro de la ciudad de los parques. Un mapeo de 18 vertederos improvisados prueba que la basura rodea el centro citadino, en sus cuatro puntos cardinales. A dondequiera que sople el viento, todos respiran la inmundicia e inhalan la fetidez de lo inservible.

El mapa es interactivo. Al pulsar los puntos negros de localización, se pueden visualizar los vertederos y acceder a más información.

Llueven las denuncias

Hace un par de meses, una denuncia en Facebook mostraba la “preocupación en el Reparto Zayas por la inestabilidad en la recogida de basura”. El usuario decía que estar “semanas sin el servicio provoca grandes acumulaciones de residuos sólidos y el consiguiente incremento de roedores y vectores”.

Facebook / Mario César Hernández Fernández. 7 de abril de 2022

Su voz de alerta estaba dirigida a las autoridades para que solucionaran el problema y la acompañaba con una foto y un punto de referencia: “Esto es a ambos lados del Consultorio No 1 y frente a la pizarra de ETECSA”, precisó. Imágenes tomadas hace apenas unas horas, muestran una loma de inmundicia similar en la misma esquina.

Prolongación de Narciso López, reparto Zayas. Cortesía

De hecho, entre el reparto Zayas y la carretera de Gibara hay, al menos, cinco vertederos en menos de cuatro cuadras. El de la carretera es uno de los mas extensos, pues abarca aproximadamente 300 metros, según declaraciones a CiberCuba de quienes sufren la desidia de las autoridades.

Vertedero a lo largo de la carretera de Gibara. Cortesía

Muy cerca de uno de ellos, en Cervantes entre Carretera y Línea, hay un desagüe de aguas albañales que corren por el asfalto y se empozan en un bache de la calle y en la hierba. “De ahí lo que sale de aguas negras. Es un río. Y con un mal olor que no sé cómo la gente puede vivir”, dijo una holguinera a este medio.

Aguas albañales en Cervantes y Línea, Reparto Zayas. Cortesía.

En las inmediaciones de estos basureros hay un círculo infantile, un consultorio médico, una farmacia, una piquera de taxis y un río contaminado -como casi todos los afluentes que atraviesan la ciudad. Sin contar las viviendas y que se trata de una zona densamente poblada, enmarcada en una ciudad de más 300 mil habitantes.

Las fuentes consultadas por CiberCuba, quienes aportaron las evidencias recientes que mostramos en este trabajo -aunque no sus nombres, por temor a represalias-, manifiestan que la situación se ha vuelto insoportable y las autoridades no hacen nada.

Hay una preocupación palpable en los holguineros por la salud de sus seres queridos y ya no saben a dónde acudir, porque a nadie parece importarle por lo que pasa el pueblo.

¿Qué rol juegan la prensa local y Comunales?

En 2019, un artículo del semanario provincial ¡Ahora! apuntaba a “la carencia de combustible” -que hoy es más crítica aún- como impedimento para que los carros especializados en la recolección (ampliroles) realizaran sus recogidas habituales.

Sin contar el otro millón que habita la provincia, para una población que solo en la ciudad genera unas 1,620 toneladas de desechos diariamente, el desafío es inmenso.

Para los repartos y las zonas suburbanas el propio artículo adelantaba que la solución, según Jesús Sablón Pupo, subdirector para la atención a la Higiene Comunal en la capital provincial, era emplear medios de transporte de tracción animal, más conocidos como carretones.

Sin embargo, ya desde entonces, había reticencia por parte de los carretoneros a realizar el trabajo porque, según señalaba ¡Ahora!, los 2,000 CUP que les ofrecía Comunales como salario no era suficiente y no había espacio para la negociación.

Pero para quienes viven en el centro, la situación es aún más compleja porque al menos en Holguín no se tienen noticias de compras de este tipo de vehículos. ¿Cómo botar la basura y, al mismo tiempo, observar normas higiénico-sanitarias si no hay quien la recoja? ¿Por qué el Estado no invierte en camiones mecanizados de reciclaje o, al menos, en depósitos de basura con cubiertas para evitar que los desechos queden a la intemperie?

Comunidad Emilio Bárcenas, detrás de la Tienda La Molienda. Cortesía.

Los resultados son visibles. Tres años después, Holguín se hunde en la basura y aumentan las enfermedades virales como el dengue, a consecuencia de la falta de higiene atizada por el pobre abasto de agua y los constantes apagones, especialmente, en las últimas semanas.

¿Qué hace el MINSAP?

El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) es otro de los responsables en esta historia. Su misión es velar porque se cumplan las normas higiénico-sanitarias y exigir a las autoridades locales los recursos necesarios para combatir las enfermedades derivadas del pobre saneamiento de la ciudad, así como informar a la población de la incidencia de estas.

Lamentablemente, el MINSAP no publica estadísticas ni datos actuales de casos de dengue hay solo aclara, en un artículo de marzo pasado, que desde 2007 se observa una tendencia creciente en “elevados índices de infestación por Aedes aegypti” y que, a pesar de ello, “el país se mantiene libre de Zika desde 2019 y de Chikungunya desde 2017”.

De igual modo hace referencia a porcientos que no dicen mucho ni dan una idea clara de cuan preocupante es el incremento que mencionan. Por ejemplo, hablan de que nueve provincias fueron afectadas por la transmisión de dengue durante el 2021, entre las que se encuentra Holguín en el grupo de las de mayor incidencia del virus.

Otras con mayor cantidad de casos -de los que no ofrece números ni hospitalizaciones- son Camagüey, Villa Clara, La Habana, y Santiago de Cuba. Y la gente se sigue enferemando.

El 18 de junio, la cubana Yenys Fernandez, residente en el Reparto Pueblo Nuevo, se dirigió expresamente a los funcionarios sanitarios en una publicación de Facebook. “Salud provincial de Holguín, hago un llamado: Miren cómo está esta calle, si se le puede llamar calle. No pasan a recoger la basura y solo en esta cuadra no ha quedado ningún niño sin que le haya dado dengue. Los padres los han llevado al Pediátrico y los mandan para la casa, nadie viene a fumigar y la enfermedad tocando de puerta en puerta sin un medicamento y sin nada”.

Facebook / Yenys Fernandez. Captura

¿Cómo medir el impacto de la falta de higiene en la salud?

Sorprendentemente, el MINSAP reconoce que “en el año 2021 se reportó el mayor número de focos de los últimos 15 años”, con mayor incidencia en junio, septiembre y octubre, al tiempo que asegura que “a partir del mes de septiembre, se redujeron en un 29.3 % los casos de dengue con respecto al 2020”.

Es decir, de acuerdo con el MINSAP, en 2021 hubo más focos del agente transmisor del dengue que en los últimos cinco lustros, sin embargo, hubo una reducción de casi un 30% de casos de dengue en pleno mes de alta incidencia del virus.

Lo anterior pudiera explicarse si el trabajo de saneamiento se hubiera incrementado, pero esto es difícil de creer, porque en 2021 el país aplicó medidas de aislamiento social para contener la pandemia del coronavirus que limitó sustancialmente la realización del autofocal y el trabajo de las instituciones de lucha antivectorial. A lo anterior se suma la crisis sanitaria de ese año que concentró los esfuerzos y los escasos recursos del sistema de salud cubano en combatir la COVID-19, en detrimento de otras enfermedades.

Igualmente, se desconoce cuántos casos de leptospirosis hay en el país que, por el incremento de la crisis sanitaria, de la acumulación de basura en las calles y la baja disponibilidad de recursos de exclusión y saneamiento para eliminar roedores, bien pudiera estar experimentando una tendencia ascendente.

Cuba y Dositeo Aguilera, Centro Ciudad, a dos cuadras del Hospital Provincial Vladimir Ilich Lenin. Cortesía

En Cuba no es común encontrar a la venta mallas de metal para sellar los puntos de entrada de ratas y ratones que existen en el hogar. Tampoco existen dispositivos que emiten ondas electromagnéticas para ahuyentarlos, como tampoco se encuentran fácilmente las actualmente impopulares trampas e insecticidas. Más aun, los repelentes para mosquitos están en falta en estos momentos, según declaraciones de holguineros a CiberCuba.

Partiendo de lo anterior, no es difícil concluir que el pueblo está ajeno al impacto que provoca en su salud la pudrición que pulula como una pandemia de nuevo tipo en la ciudad de los parques, y también a lo largo de todo el país, desde hace años.

Basura: ¿la nueva normalidad?

En febrero de 2021, otro artículo en el ¡Ahora! titulado “SOS, basura en la calle”, volvía a advertir sobre la crisis de la recogida de desechos sólidos en medio de una “situación epidemiológica muy complicada por las arbovirosis y la COVID-19”, advertía el texto.

Asimismo, señalaba el “ambiente bastante desagradable en calles céntricas, donde cajas ampliroll permanecen rebosantes de todo tipo de desechos y esquinas o espacios se convierten en microvertederos”.

¡Ahora! mencionaba el caso específico de “un vertedero hecho por vecinos que casi toma la Avenida Capitán y la explanada al lado del círculo infantil Mario Pozo Ochoa, donde niños, en su mayoría los más pequeños de la institución, están expuestos a los malos olores y al revoloteo de papeles sucios”.

Un año y tres meses después, la situación no se había resuelto y una madre se volcó a las redes sociales para denunciar la falta de higiene en el lugar y su impacto en la salud de los niños. "Esto es inadmisible, lo pensé varias veces antes de publicar, pero creo que es necesario hacerlo, puesto que, cuando se trata de niños, la impotencia te carcome", dijo la madre. A pocos metros del vertedero se encuentra el ateneo deportivo Fernando de Dios Buñuel y un mercado agropecuario.

Captura del Grupo de Facebook Mamis holguineras, 26 de mayo 2022.

A la situación de la basura, el artículo añadía los problemas de saneamientos de “las más de 36 mil fosas y un bajo porcentaje de cobertura de alcantarillado en una provincia de más de un millón de habitantes”; problemas aun latentes cuatro meses después.

Otro medio de prensa local que se sumó a la alerta sobre la situación higiénico-sanitaria por la proliferación de microvertederos fue Radio Angulo, que en mayo del año pasado en el que el equipamiento tecnológico para recolectar los desechos se ha mantenido casi igual y no satisface las necesidades crecientes de desarrollo de Holguín, que es una de las ciudades más pobladas de Cuba.

Se estima que cada persona genera al día alrededor de 1.5 kg de desechos sólidos y muchas veces estos terminan siendo apilados en las esquinas porque tampoco son suficientes los contenedores de basura que se estiman en alrededor de 100 para todo el territorio.

"La toxicidad de los residuos abandonados a cielo abierto también deteriora la calidad del aire que respiramos y emite gases de efecto invernadero (dióxido de carbono y metano) que contribuyen al cambio climático", indica el texto de Radio Angulo y especifica que mucha de la basura se vierte en los ríos Jigüe y Marañón, que muestran signos de putrefacción en sus aguas.

Hoy, a poco para que culmine el mes de junio de 2022, la basura continúa dominando el paisaje urbano de la ciudad de los parques, y el aroma antes fresco de Holguín se ha tornado indeseable, casi tanto como sobrevivir en la viva estampa de la miseria que también devora a los hijos de una tierra seca de esperanzas y de futuro.

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Annarella Grimal

Annarella O'Mahony (o Grimal). Aprendiz de ciudadana, con un título de Máster otorgado por la Universidad de Limerick (Irlanda). Ya tuvo hijos, adoptó una mascota, plantó un árbol, y publicó un libro.


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