El buque cisterna que llegó el jueves a Cuba para abastecer las centrales termoeléctricas comenzó este lunes a descargar el petróleo ruso que transporta, en la terminal de supertanqueros de Matanzas.
El Aframax Suvorovsky Prospect, un buque cisterna con bandera de Liberia, arribó al puerto de Matanzas con unos 700,000 barriles de fueloil, cargados en el puerto ruso de Ust-Luga, según datos obtenidos por la agencia Reuters de la aplicación de seguimiento de buques de Refinitiv Eikon.
Los 700,000 barriles de petróleo equivalen a 39,302.083 toneladas, que cubrirán la producción eléctrica cubana de unos 40 días, indicó una fuente de la UNE, que cifró el consumo promedio de las termoeléctricas cubanas en 240 g/ MW y recordó que varias plantas están fuera del sistema por escasez de combustible, averías y/o mantenimiento.
La carga de combustible que llegó a la isla está valorada en unos 70 millones de dólares a precios de mercado, según un reporte de la citada agencia, que precisó que el buque anclado en la bahía de Matanzas pertenece al conglomerado naviero ruso Sovcomflot, de acuerdo con la información de la base de datos marítima Equasis.
La terminal de Matanzas, de la empresa Unión Cuba Petróleo (CUPET), es el principal puerto energético del país y uno de los más importantes del Caribe insular, con tres muelles de aguas profundas, numerados del 1 al 3, y capacidad para 150,000 toneladas de carga útil, 70,000 y 40,000, respectivamente.
La Terminal de supertanqueros abarca los citados tres espigones; una Base de tierra, que agrupa los sistemas tecnológicos y de bombeo; incluidos los antiincendios y un muelle auxiliar que alberga un buque Limpia bahías para actuar en caso de derrames.
Base de crudo, con tres tanques; de 50 mil toneladas, 30 mil y 20 mil; respectivamente, la idea original de esta base fue almacenar el crudo nacional proveniente de los yacimientos de Varadero mediante un oleoducto, que se construyó, con tecnología soviética, a fines de los años 80, del siglo XX; cuando se proyectaron cinco depósito.
Base de suministros, con un tanque de 50 mil toneladas y dos depósitos de 10 mil toneladas, cada uno; desde la que se abastecían de combustible las centrales termoeléctricas Antonio Guiteras (Matanzas) y Ernesto Guevara (Santa Cruz del Norte); mediante otro oleoducto, construido en 1988, con financiación soviética y constructora española; pero su uso actual está muy limitado por falta de mantenimiento y averías en el tramo que va hacia Santa Cruz.
Base de almacenes de Supertanqueros con ocho tanques; de un proyecto original de 21; construidos en 1998, por una empresa subsidiaria de Petróleos Mexicanos, S. A. (PEMEX); concebida para el almacenamiento y distribución mediante un oleoducto que enlaza con la refinería de Cienfuegos; con una accidentada travesía constructiva desde la era soviética, congelada las obras en 1991 y concluida con financiación venezolana, en 2007.
El enlace entre Matanzas y Cienfuegos, construido por una empresa soviética, incluía depósitos y nichos ocultos para almacenar la reserva estratégica de combustible de Cuba; custodiada por militares, pero solo se ejecutaron tres, que actualmente son protegidos por soldados.
Planta de tratamiento de residuales para la limpieza de los tanque de los buques y recuperar el combustible durante la limpieza; pero esta instalación, de tecnología francesa, no está funcionando por falta de pago a su proveedor.
Planta Caribe almacena el Gas Licuado del Petróleo (GLP) importado y para su distribución en las provincias centrales; cuenta con ocho tanques de 100 metros cúbicos, cada uno; de tecnología norteamericana y otros trece depósitos de 200 metros cúbicos, cada uno, con patente rusa; mientras que la tecnología de bombeo y llenado de balones es británica.
Cuba ha aumentado las importaciones de combustible en los últimos meses. Según Reuters, la inversión responde al objetivo de complementar la producción nacional y las importaciones de su aliado político Venezuela, que a su vez está luchando por producir suficiente combustible.
La falta de combustible en la Isla ya ha sido reconocida oficialmente como una de las causas del racionamiento en gasolineras y de los apagones que padecen a diario las familias cubanas, y que provocan una creciente indignación entre los ciudadanos.
El petrolero apagó su transpondedor el domingo después de comenzar a descargar en la terminal de Matanzas. Según la agencia Reuters, que utilizó la aplicación de rastreo de barcos mercantes Vessel Finder para investigar la operación marítima, en el puerto matancero la estatal Cubametales suele almacenar crudo y combustible, según mostraron los datos.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba no respondió a una solicitud de comentarios de la agencia. Las sanciones al petróleo y combustible rusos impuestas desde marzo por Estados Unidos y Canadá, las que avanzan Europa y Gran Bretaña para este fin de año, sumado al secretismo habitual de las autoridades cubanas sobre sus operaciones comerciales estratégicas, podrían explicar el silencio de La Habana.
En abril último trascendió que Venezuela envió un cargamento de diésel para Cuba, tras pausa de siete de meses en las exportaciones de ese combustible a la isla.
La paraestatal petrolera PDVSA organizó un despacho de al menos 190,000 barriles de diésel, según un documento consultado por la agencia Reuters. Según ese medio, desde septiembre de 2021 Cuba no recibía combustible de su aliado político, por lo que ha estado obligada a comprarlo en el mercado abierto y a mayores precios.
En febrero, Cuba recibió un cargamento de combustible procedente del puerto ruso de Vladivostok y descargado en la terminal de Matanzas por el petrolero Eco City of Angels.
Mientras las potencias occidentales aumentan sus sanciones sobre el petróleo ruso, algunos países de América Latina y el Caribe han seguido permitiendo que los petroleros rusos atraquen en los puertos o reciban importaciones de crudo, combustible y productos petroquímicos rusos.
Aunque el gobierno cubano no ha reconocido déficit de este combustible para vehículos y la generación eléctrica de las unidades de baterías de motores diésel, en los últimos meses el país tuvo que salir a comprar en el mercado abierto ante el frenazo de las exportaciones venezolanas.
De acuerdo con Refinitiv Eikon, Cuba importó unos 70,000 bpd de crudo y combustible en el primer trimestre del año, por debajo de los 100,000 bpd que la isla generalmente requiere para satisfacer la demanda normal.
Antes de la pandemia, la demanda de combustibles de Cuba alcanzaba los 137,000 bpd de fuel oil, diesel, gasolina, gas de cocina y otros productos refinados, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba.
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