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Fidelista busca explicación a altos precios de los zapatos en Cuba

Se pregunta si el precio -que excede el salario mínimo- responde al encarecimiento de la vida o se calcula tomando como referencia la librade malanga, de carne de cerdo.

Zapatos cubanos © Facebook / Pedro Cuba
Zapatos cubanos Foto © Facebook / Pedro Cuba

Este artículo es de hace 1 año

Un ferviente defensor del dictador Fidel Castro y del gobernante Miguel Díaz-Canel cuestiona los altos precios de los zapatos en Cuba cuando él, "trabajador activo, con título universitario", debería recibir más de 18 euros -al cambio estatal- en una tarjeta para adquirirlos.

Pedro Cuba, como se identifica en redes sociales -presuntamente asociado al Consejo Nacional de casas de Cultura, a juzgar por su perfil de Facebook-, cuestionó este miércoles si el costo de producción de unos zapatos comercializados a 2,190 de dudosa marca y calidad estaba expresado en su excesivo precio, poco más que el salario mínimo de los cubanos (de 2,100 CUP).

"Pregunto a quien conozca, si lo que encarece el zapato es: 1- pura especulación; 2- el salario de los trabajadores que lo producen más, el del séquito administrativo que percibe mucho más y de paso, se beneficia de las utilidades; 3- si es búsqueda de ganancias a toda costa y a todo costo para cumplir un plan; 4- si es que la vida está muy cara y el precio se calcula tomando como referencia la libra (no la esterlina) sino la de malanga, de carne de cerdo, etc.", expuso en su post.

Captura de Facebook / Pedro Cuba

El hombre alega que no se trata de una queja, sino de una reflexión, sin embargo, en sus palabras hay una crítica velada a la falta de líderes desde la base y un "poquito" más arriba, para controlar y enfrentar estas cuestiones que afectan al pueblo y la falta de acompañamiento al comprador -el pueblo- desamparado ante estos casos.

"Decir 'la batalla es del pueblo' como si el pueblo fuera el otro, el que es independiente del dirigente... es fomentar malestar y no resolver absolutamente nada, es alejarse del problema, es lavarse las manos, es sembrar desconfianza, es contrarrevolución", expresó en su texto.

Quien se hace llamar "Pedro Cuba" reconoce que los cambios tienen "su cosa" pero a la vez exime de culpas al gobernante Díaz-Canel y llega a afirmar que ha sido severo consigo mismo y autocrítico al reconocer su incapacidad frente al país.

Captura de Facebook / Pedro Cuba

Ahora, en medio de la inflación que cala hondo en los bolsillos de los cubanos y frente a un par de zapatos excesivamente caros para su calidad, pide explicaciones a un hecho inexplicable.

En días pasados, Díaz-Canel reconoció que entre los desequilibrios macroeconómicos de la isla se incluían la dolarización de la economía, la pérdida de ingresos en divisas, los elevados déficits fiscales, además del incremento de los ingresos de personas naturales sin respaldo productivo, y la poca respuesta productiva para generar oferta de bienes y servicios.

Esos desequilibrios, dijo, se expresan principalmente en los niveles de inflación, escasez de oferta, depreciación e inconvertibilidad de la moneda nacional.

En medio de una de las inflaciones más altas del mundo, los cubanos siguen sin poder acceder a muchos de los productos que sobrepasan el salario mínimo -2,100 CUP- cuando su precio no se corresponde con el costo de producción o la calidad. Desde los artículos de aseo personal, la ropa y los zapatos, hasta la comida -la cuestión que más golpea- el incremento descomunal de los precios parece no cesar en Cuba.

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