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Yandro Quintana, campeón olímpico de lucha libre: En India me siento bien, me dan el lugar que merezco

"Me encuentro aquí desde el año 2019; nada que ver con Cubadeportes" dice el luchador cubano, monarca olímpico de los 60 en Atenas-2004.

Yandro Quintana, entrenador en India desde 2019 © Cortesía CiberCuba
Yandro Quintana, entrenador en India desde 2019 Foto © Cortesía CiberCuba

Este artículo es de hace 1 año

Titular olímpico de Atenas 2004, Yandro Quintana es, sin duda alguna, uno de los grandes de la lucha libre cubana y universal, quien desde 2019 se encuentra como entrenador en India, aunque muchos no lo sepan.

Así es, vivo con mi familia en el distrito Vidianagara en el estado de Kamataka y entreno atletas del club Inspire Institute of Sports. Tengo un niño mayor, Dayron Yandro que vive en Ciego de Ávila.

Yandro Quintana

¿Cómo llegaste a India?

Gracias a un atleta de Francia que se encontraba en una base de entrenamiento en Cuba, que me dijo: “profe, usted es buen entrenador ¿por qué no lo han dejado ir de contrato?” Resulta que el galo había escuchado de varias ofertas que me habían hecho y nuestro comisionado Eduardo Pérez Téllez, por detrás, decía que yo no estaba preparado, que no era el mejor para impartir conocimientos. ¿Te imaginas?

Un día ese luchador me manifestó que me iba a ayudar y así fue: muy poco tiempo después, sin hablar nada con nadie pude contratarme en India. Me encuentro aquí desde el año 2019; nada que ver con Cubadeportes.

Con luchadoras / Cortesía Yandro Quintana

29 de agosto, día que cerraba el programa competitivo de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, serviría para que Cuba sumara otra medalla de oro a su saldo. Cabía ese honor al 60 kilos Yandro Quintana, quien no creyó en sobornos ni favoritismos y superó sin dificultades al iraní Masud Mostafa Yokar.

No olvido aquel momento, nunca lo olvidaré como también recuerdo que allí estabas tú para entrevistarme, así que aquí me tienes de nuevo.

Precisamente ¿qué recuerdas de ese gran triunfo?

Para los Olímpicos de Atenas yo estaba en una forma excepcional y sabía que obtendría la medalla de oro. Lo más especial que recuerdo es que en todas las peleas mis entrenadores Filiberto Delgado y Arturo Yanes estaban preocupados y yo solo les decía: “tranquilos, no se preocupen y les señalaba con mis manos la V de victoria”.

Algo relevante es que en todas las peleas se me acercaban los técnicos de mis rivales para que vendiera las peleas, o sea, que me dejara ganar. No me dejaban tranquilo y yo solo reía de felicidad al saber que me coronaría en los juegos que vieron nacer las Olimpíadas de la Era Moderna.

Todas estas anécdotas se las cuento continuamente a mis alumnos aquí en India y siempre los mantengo muy motivados; eso los ayuda para un mejor rendimiento y resultados.

Eres avileño pero como luchador te hiciste en Camagüey, tierra de grandes luchadores.

Nací en Morón, Ciego de Ávila. A los tres años, mis padres me llevaron para el municipio Florida provincia Camagüey. Me incorporo a la lucha solo, por iniciativa propia, ya que un vecino me enseñaba todos los días las técnicas que él iba aprendiendo.

Así, sin darse cuenta me fue inculcando la lucha y hasta que me decidí a ir junto con un grupo de muchachos de ocho años a un área. Mi primer entrenador fue Heriberto Platt, quien fue miembro del equipo nacional en Cuba.

En el gimnasio Semillas del Futuro, de Florida practicaba los dos estilos libre y clásico y ambos me fascinaban. Al final me incliné por la libre que fue por la que me inicié.

¿Pasos por el alto rendimiento?

Me incorporo primeramente al equipo nacional juvenil en el año 1995 y al equipo nacional de mayores en el Cerro Pelado, en el 97. Ahí me mantuve hasta que en 2009 a mí y a casi todo mi equipo, bajo las órdenes del para mi criterio mejor entrenador del mundo en la libre, Filiberto Delgado, nos expulsaron incluyéndolo a él, que afortunadamente pudo regresar y ahora dirige la lucha femenina.

Recuerdo aquella penosa situación y sé que algunos de los gladiadores cubanos mencionaban con fuerza a Pérez Téllez como el hacedor de la debacle. Mal momento aquel 2009. ¿Qué pasó contigo entonces?

Yo había ganado los Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2006, los Panamericanos de Río 2007 y quedé séptimo en Beijing 2008 y en ese 2009 me sacaron… ¡porque fue así, me sacaron!

Sé que habías llegado a Beijing en mejores condiciones que para Atenas y te lesionaste en un entrenamiento con Iván Fundora porque ninguno de tu peso te aguantaba en el colchón, y así y todo combatiste. Recordamos la injusta decisión que te impidió llegar a semifinales, aún lesionado, cuando favorecieron al azerbaijano Zelimklan Huseynov. Así y todo, muy triste que te sacaran de la selección.

Todo lo que dices es cierto como lo es que, al salir del equipo, me quedé de apoyo en el femenino junto a Rodolfo Alfonso "Popi", quien me enseñó los primeros pasos como entrenador. A mí me estaba gustando enseñar. No obstante, los federativos de nuestro deporte en ese tiempo (Pérez Téllez de nuevo en la palestra) no aceptaron porque decían que no estaba preparado, que tenía que ir para la provincia a empezar de cero.

Mi condición de campeón olímpico, mis medallas mundiales, mis victorias en el universo de la lucha no importaban. Julita, te usan, dejas de valer, te desechan... y lo peor, sin un kilo en los bolsillos. Tuve que irme para Florida, municipio camagüeyano que jamás me dio mi valor y opté por regresar a mi natal Ciego, donde me acogieron y trataron justamente.

Estuve casi un año sin cobrar lo que le pagan a un campeón olímpico y te imaginarás las penurias para mi esposa y mis hijos. Me mantuvieron engañado con mi posible reincorporación al equipo nacional y la espera resultó baldía.

Entre los grandes gladiadores de ambos estilos, ¿a quién consideras el número uno?

Muy difícil tu pregunta, pero para mí sin ofender y menospreciar a nadie, en la lucha libre masculina me inclino por el ruso Buvaisar Saitíyev de los 74 kg, tricampeón olímpico y 6 veces monarca mundial y en la greco romana, indiscutiblemente, sus resultados hablan por sí solos, nuestro Mijaín López, 130 kilos.

¿Qué rival se te hizo más difícil en tu carrera?

¡Uff! Han sido unos cuantos, sobre todo, rusos. El que se me hizo más incómodo fue Alán Dudáyev; 2 veces perdí con él, no le pude ganar. Una vez pudo haber influido el arbitraje, otra una deficiente preparación, descuidé mi peso corporal, el caso es que perdí: la primera en el Mundial de Budapest, Hungría 2005 y la segunda en el match de la Copa del Mundo en Sari, Irán 2006. Eso no puedo olvidarlo porque no era de caer dos veces ante el mismo luchador.

¿Realidad actual del deporte cubano, la estampida de deportistas de cualquier especialidad?

¿Qué te voy a decir si yo fui uno de los tantos atletas perjudicados en nuestro país?, acusado injustamente y sin pruebas de vender peleas; soy uno más del montón siendo campeón olímpico.

Esa acusación es un dolor que tengo clavado en mi pecho pero prefiero no profundizar, porque tendría que exponer a personas y es mejor no hablar en estos momentos, aunque sé que el día que todo se sepa, que la verdad florezca está cerca. Entonces volveremos a hablar.

Me hicieron un gran favor y gracias a Dios y todos los santos que estoy aquí con mi esposa Daimé y mi hija Alexia de la Caridad de nueve años que estudia en una escuela privada y domina con facilidad el inglés y hasta el indio.

Con su esposa y su hija / Cortesía Yandro Quintana

Yo respeto la decisión individual de cada atleta. Solo tenemos que escuchar la opinión de ellos y todos dicen lo mismo: "me fui para garantizarle a mi familia un futuro mejor". Espero que estas palabras sean suficientes, son fáciles de entender. Allí ¿quién puede aspirar a mejorar, a tener un futuro?

A propósito, me he enterado de que tienes propuestas ventajosas de universidades de Estados Unidos para que entrenes allá ¿qué vas a hacer?

Sí, es verdad que tengo propuestas para algunos clubes en Estados Unidos pero ahora en India preparo atletas con muchas perspectivas y tengo mis ambiciones, entre ellas las de obtener medallas olímpicas y aquí tengo grandes posibilidades.

He pensado en todo; tengo una esposa que me ayuda incansablemente y siempre está ahí para lo que sea ¡juntos decidimos qué hacer! Por lo pronto permanezco aquí, me siento bien, me dan el lugar que merezco.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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