Una competencia de lucha libre infantil terminó en una multitudinaria pelea entre los padres de los competidores, en la Sala Polivalente Alejandro Urgellés, de Santiago de Cuba, donde se celebra la edición 60 de los Juegos Escolares Nacionales.
Según reportó el periodista Yosmany Mayeta Labrada en sus redes sociales, este sábado los padres, con los ánimos caldeados, desataron una disputa que obligó a detener el certamen.
Testigos presenciales comunicaron a Mayeta que todo inició porque uno de los padres, tras su hijo perder, comenzó a ofender al contrincante y a los familiares de este. El padre del vencedor respondió y estalló una discusión que escaló a pelea.
"Ya estaban sacando cuchillos y todo, no entiendo a qué venían a este lugar con armas, si era una competencia para niños", comentó la fuente al reportero.
En medio del enfrentamiento, uno de los padres sacó un gas spray y lo arrojó. Aunque las personas se dispersaron para que no los alcanzara, algunos niños resultaron afectados. Tres fueron llevados hacia el Hospital Infantil Norte por falta de aire, precisó Mayeta.
"Había padres lavándole la cara a sus hijos, y hasta un hombre buscando una lima, para seguir la pelea", acotó.
El video compartido por el reportero en Facebook deja ver el caos que se apoderó del evento infantil. En medio de la trifulca, se escucha a los árbitros gritar a los padres y amenazarlos con suspender el encuentro si no se calmaban.
A pesar de ello, la pelea no solo continuó, sino que se extendió a las afueras del recinto.
Decenas de internautas repudiaron la violencia en el lugar y se preguntaron por qué un espacio para niños terminó de esa forma. La mayoría coincidió en que muchos cubanos respondían con violencia en todos los contextos.
"Los cubanos dan pena todo lo resuelven con golpes, bulla, machetes, a donde vayan es una sal. En una competencia de niños los padres forman esa sal, sigan así que van a terminar muy pero muy mal, es una guerra por todo y no tienen los cojones de salir para la calle a pedir libertad por Cuba", opinó uno.
"Qué tristeza para esos niños ver a sus padres violentándose. Ellos contentos dando un espectáculo para que sus padres se sintieran felices", escribió otra persona.
El hecho recuerda otro episodio violento ocurrido el pasado año en La Habana, cuando detonó una pelea multitudinaria en un evento para adolescentes en los alrededores de la Finca de los Monos.
Las imágenes dejaron ver la existencia de bandas armadas con machetes y heridos de armas blancas.
Preguntas frecuentes sobre la violencia en eventos y su impacto en Cuba
¿Qué ocurrió en el evento de lucha infantil en Santiago de Cuba?
Una competencia de lucha libre infantil terminó en una pelea entre los padres de los competidores. Los ánimos se caldearon cuando un padre ofendió al contrincante de su hijo y a sus familiares, lo que desencadenó una disputa que se tornó violenta. Hubo uso de cuchillos y gas spray, afectando a algunos niños que tuvieron que ser llevados al hospital.
¿Cuál es la situación de la violencia en Cuba actualmente?
La violencia en Cuba ha aumentado significativamente en los últimos años. Incidentes violentos se reportan en diversos contextos, desde eventos deportivos hasta situaciones cotidianas, reflejando una crisis social y económica profunda. El gobierno ha admitido el incremento de la criminalidad, pero no se han visto mejoras sustanciales en la seguridad.
¿Cómo afecta la crisis económica a la violencia en Cuba?
La crisis económica en Cuba ha exacerbado la violencia social. La escasez de alimentos y productos básicos ha llevado a situaciones desesperadas, como peleas en ferias agropecuarias y mercados. La falta de recursos y oportunidades aumenta la tensión social y contribuye a que pequeños altercados se conviertan en episodios violentos.
¿Qué medidas ha tomado el gobierno cubano frente al aumento de la violencia?
El gobierno cubano ha implementado operativos de control y ha reconocido el problema de la violencia. Sin embargo, la efectividad de estas medidas es cuestionada, ya que la percepción de inseguridad sigue siendo alta entre la población. La falta de datos oficiales y protocolos claros agrava el problema, limitando la capacidad de respuesta.
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