Cuba recibió en días recientes un cargamento de ayuda humanitaria procedente de Brasil, destinado presuntamente a aliviar la difícil situación que enfrentan los damnificados por los recientes huracanes que golpearon varias provincias del país.
El envío incluye 10 toneladas de alimentos deshidratados y se suma a las 30 unidades de purificación de agua que Brasil ya había donado, según reportó la prensa oficialista.
El embajador brasileño en La Habana, Christian Vargas, anunció que próximamente arribará otro lote de ayuda que incluirá kits para la instalación de paneles solares y medicamentos.
Deborah Rivas, viceministra cubana de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera, expresó su agradecimiento por los aportes del gigante sudamericano y recordó también el reciente envío de leche en polvo tras el paso de los meteoros.
Este gesto subraya la dependencia de Cuba a la solidaridad internacional para enfrentar las constantes crisis que afectan a la nación caribeña.
Este gesto solidario -que se suman a otros envíos recientes de ayuda humanitaria- llega en un contexto donde la economía cubana sigue en crisis, agravada por la falta de autosuficiencia y la necesidad de ayuda externa para cubrir necesidades básicas.
En el último mes y medio, Cuba ha enfrentado un escenario devastador con el paso de dos ciclones, dos sismos de magnitud considerable y dos apagones totales, lo que ha agravado todavía más la ya crítica situación económica, alimentaria y energética de la isla.
Una ola de ayuda humanitaria: ¿Llegará a los damnificados?
Gobiernos como los de México, Japón, Rusia y Venezuela, así como organismos multilaterales y organizaciones no gubernamentales, han anunciado importantes donaciones para aliviar las necesidades más urgentes del país, cuya población se encuentra al borde de la desesperación.
La Unión Europea y Naciones Unidas enviaron 94 toneladas de medicamentos e insumos médicos, mientras que Venezuela comprometió 300 toneladas de ayuda.
España aportó nueve toneladas, Japón destinó materiales valorados en 160,000 dólares y Noruega canalizó 600,000 dólares a través del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia de la ONU.
Asimismo, Eslovaquia envió 40 toneladas de leche en polvo mediante el Programa Mundial de Alimentos.
China, por su parte, envió asistencia humanitaria y a Liu Junfeng, vicepresidente de la Agencia Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CIDCA), quien sostuvo encuentros con el gobernante Miguel Díaz-Canel y otras autoridades.
Entre las ONG, la Cruz Roja Internacional destacó con 24 toneladas de ayuda, y colectivos de solidaridad con Cuba desde el extranjero han realizado contribuciones significativas.
Ante la severidad de los apagones, también varios países han incluido el suministro energético en sus donaciones.
México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, envió 400,000 barriles de crudo; mientras que Rusia comprometió 80,000 toneladas de diésel y equipos para el sistema eléctrico cubano valorados en 62 millones de dólares.
En medio de esta situación, el Gobierno cubano proyecta una nueva contracción del PIB, tras registrar una caída del 1,9 % en 2023.
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