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La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) informó sobre la situación del Sistema Electro-energético Nacional (SEN) para el 2 de diciembre, destacando que los apagones continuarán esta semana por déficit de generación.
El domingo se restableció el servicio en la zona occidental, pero los apagones continuaron debido a un déficit de capacidad. La máxima afectación alcanzó los 1,384 MW durante la hora de mayor demanda, y las interrupciones del servicio se retomaron desde las 5:05 de la madrugada de hoy.
La UNE detalló que actualmente la disponibilidad del SEN es de 1,794 MW frente a una demanda de 2,100 MW, lo que ha provocado la interrupción del suministro para 343 MW.
Además, persisten averías en la provincia de Artemisa, donde el Huracán Rafael dejó sin servicio a 13 MW y aún no parece que puedan recuperarlo.
Está previsto que para la hora pico de este lunes, en Cuba haya un déficit de 1,432 MW, anticipando una afectación de hasta 1,502 MW si las condiciones se mantienen.
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Entre los problemas que agravan la situación están las averías en diversas unidades generadoras clave, así como la falta de combustible que afecta a 57 centrales de generación distribuida y a la patana de Santiago de Cuba.
Este panorama ha provocado un clamor popular visible en redes sociales, donde los cubanos expresan su frustración con preguntas como: "¿Hasta cuándo es esta pesadilla?".
Otros cubanos cuestionan la veracidad de los datos proporcionados por la UNE, señalando inconsistencias en las cifras de demanda y disponibilidad eléctrica.
Algunos comentarios destacan el impacto desigual de los apagones, criticando la falta de equidad en la planificación de los bloques afectados.
Una usuaria expresó que su zona ha sido afectada de manera constante mientras otras apenas han experimentado cortes tras el huracán.
Por otro lado, el tono de resignación también fue evidente: "Alguien sabio me dijo que aprendiera a convivir con estos apagones, ya forman parte de nuestra triste realidad".
Esta situación, sumada a la incertidumbre sobre el futuro de la infraestructura energética del país, evidencia la desesperanza de un pueblo que enfrenta no solo apagones, sino también las dificultades económicas que estos generan.
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