El cubano Yoel Romero demostró que sigue siendo una fuerza peligrosa en los deportes de combate, pues, incluso a los 47 años, debutó por todo lo alto en el evento de presentación del Dirty Boxing Championship (DBC).
En el evento organizado el pasado fin de semana en Miami, Florida, el llamado “Soldado de Dios” noqueó de manera contundente a Duane Crespo en el primer asalto de su pelea en la categoría de peso pesado.
El Dirty Boxing Championship, una nueva promoción liderada por el expeleador de UFC y estrella de BKFC, Mike Perry, debutó con una propuesta novedosa: un reglamento que permite golpes con puños y codos desde el clinch, así como ataques a oponentes en el suelo.
El evento, que no fue transmitido ni ampliamente promocionado, contó con la presencia de destacados nombres como Jon Jones, campeón de peso pesado de la UFC, y Paige VanZant, figura de Power Slap.
En el caso del otrora luchador olímpico de la isla, Romero, quien no competía desde su victoria sobre Thiago Santos en un evento de la PFL en febrero, sorprendió a todos al reaparecer en una forma física impresionante.
En su enfrentamiento contra Crespo, el otrora luchador olímpico y estrella de la UFC mostró su poder al conectar un golpe devastador que terminó el combate en cuestión de segundos, demostrando que mantiene poder a pesar del tiempo.
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Romero, con su victoria en este nuevo escenario, no solo reafirma su estatus como leyenda del combate, sino que también aporta un atractivo especial a esta naciente promoción. Su desempeño refuerza el potencial del DBC para atraer a una audiencia global en busca de innovación y adrenalina en el deporte.
El Dirty Boxing Championship busca posicionarse como una alternativa en el competitivo mundo de las artes marciales mixtas y los deportes de combate. Sus reglas híbridas combinan elementos llamativos del boxeo, como el uso de guantes de cinco onzas, con golpes permitidos en el suelo, ofreciendo un espectáculo único para los fanáticos.
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