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Ante el inminente retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha anunciado una serie de medidas para mitigar el impacto que una posible deportación masiva de mexicanos podría tener en su país. En una conferencia de prensa realizada en Acapulco, Sheinbaum destacó la preparación de su gobierno para implementar una "estrategia integral" que garantice empleo y acceso a programas sociales para los mexicanos que pudieran ser repatriados desde EE.UU.
Sheinbaum subrayó la importancia de una coordinación nacional e internacional para enfrentar las nuevas políticas migratorias que el presidente electo estadounidense pueda establecer tras su asunción el próximo lunes. La presidenta mexicana mencionó que ya ha comenzado a trabajar no solo con los estados fronterizos, sino con todas las entidades de la República, para preparar un plan de apoyo a los mexicanos que lleguen desde el vecino del norte.
Además, destacó que está prevista una reunión con los secretarios de Estado del gobierno de Trump para abordar temas clave como el tráfico de armas, drogas y la seguridad fronteriza. Esta declaración se produce en un contexto de creciente preocupación en ciudades como Tijuana, que recientemente emitió una declaratoria de emergencia por temor a las posibles deportaciones masivas.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado un diálogo con varios líderes de América Latina, enfatizando la cooperación en temas clave como la migración y la seguridad fronteriza. Durante estas conversaciones, destaca la mantenida con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, donde se discutieron las futuras relaciones entre ambos países. Sheinbaum calificó su diálogo con Trump como "muy cordial", manifestando su disposición a colaborar en el manejo de desafíos migratorios en caso de que surjan.
Sheinbaum también ha resaltado la importancia de la cooperación con los gobiernos latinoamericanos para coordinar estrategias y prevenir una crisis migratoria que podría intensificarse con las nuevas políticas de Trump. La presidenta hizo un llamado a la unidad de la región para enfrentar desafíos comunes, como la migración y la seguridad.
Por otro lado, la relación bilateral entre México y Estados Unidos está en el centro de atención. Sheinbaum confirmó que no asistirá a la ceremonia de investidura de Trump, enviando en su lugar al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma. A pesar de su ausencia, Sheinbaum aseguró que esta decisión no implica una ruptura en las relaciones diplomáticas, que, según ella, continuarán siendo de respeto y cooperación.
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En este marco, resulta relevante mencionar que Kristi Noem, seleccionada por Trump como potencial Secretaria de Seguridad Nacional, ha anunciado su intención de cerrar la aplicación migratoria CBP One al inicio de su gestión, una medida que podría afectar los procesos migratorios actuales. Adicionalmente, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha propuesto un conjunto de medidas estrictas para combatir la inmigración ilegal en su estado, en sintonía con las futuras políticas de Trump.
Estos eventos subrayan la compleja situación que enfrentan México y los países de la región en términos de política migratoria y seguridad, mientras se preparan para responder a las acciones del nuevo gobierno estadounidense. La administración de Sheinbaum busca enfrentar estos desafíos implementando políticas de apoyo a los mexicanos retornados y promoviendo un diálogo constante con las autoridades de Estados Unidos.
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