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Las autoridades de la ciudad de Baracoa, en Guantánamo, construyeron un peligroso puente peatonal como medida temporal en lo que levantan un puente definitivo que sustituya al que antes se erigía ahí.
Una publicación de Facebook de la emisora local precisó que en la calle Mariana Grajales construyeron un punte de madera en el lugar donde estaba el puente de hierro.
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"Un paso peatonal alternativo permite el tránsito de personas, mientras continúan las labores para el restablecimiento de la obra y el vial", advirtieron.
Sin embargo, los internautas se preguntan cuánto tiempo continuará así y qué pasará con esa madera de pino cuando comiencen las lluvias.
Otros, además, aventuraron que no harían otro puente duradero por falta de materiales de construcción.
"Cuánto dinero estarán lucrando los dirigentes cada vez que cambian el puente. Por eso no lo hacen de hormigón digo yo", escribió una persona.
"Buena solución temproal, porque si eso es tabla de pino, en cualquier momento cae alguien en media zanja, y si es que no se llevan las tablas para cocinar a falta de corriente", agregó otra.
Otro cubano opinó: "Parece que no hay acero ni cemento. Vamos a ver qué tiempo dura cuando lleguen los aguaceros".
La construcción del puente peatonal tiene un impacto significativo al ser la única vía de tránsito peatonal en la zona afectada, aunque su naturaleza temporal y frágil genera incertidumbre sobre su durabilidad y seguridad.
La falta de materiales de construcción en Cuba afecta directamente el estado de las calles y la infraestructura vial del país, contribuyendo a un deterioro generalizado y creciente de las vías urbanas y rurales.
Cerca del 75 % de las calles y viales en Cuba están en estado regular o malo, situación reconocida oficialmente por el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, quien atribuye el deterioro principalmente a la escasez de materiales, especialmente el déficit de combustible necesario para la producción y mantenimiento vial5.
La falta de asfalto y otros insumos limita la capacidad de realizar reparaciones y mantenimientos frecuentes, lo que provoca la aparición y expansión de baches, grietas y daños estructurales en las calles, afectando la seguridad vial y el buen estado de los vehículos.
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