Yanko es un perro sato cubano, con una ascendencia muy lejana de pitbull que se le nota en su hocico y en la fuerza de sus mandíbulas. El periódico Girón lo ha bautizado como "el perro pelacocos de Matanzas".
Vive en la calle Luis Cuní de Matanzas, una zona humilde de la ciudad y hasta ahora, de él se sabía que, aunque tiene dueño y casa, le gusta pasar las noches en los portales del vecindario. No es de mucho ladrar porque lo suyo es echarse y pasar la mayor parte del día descansando. Sin embargo hay algo que Yanko hace y que ha dejado al barrio boquiabierto: pela cocos con la boca a una velocidad de vértigo.
Hay quien ya tiene planes de futuro con este talento oculto del perro. Un amigo del dueño propone llevarlo a Varadero a pelar cocos a los turistas, que disfrutan con el típico saoco cubano (agua de coco más ron).
Su capacidad para pelar cocos en cuestión de minutos le ha hecho ganar el respeto del barrio. Ya no es Yanko a secas. Tiene apellido y título nobiliario: "Yanko, el perro pelacocos de Matanzas".
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