Cineastas cubanos quieren la misma suerte que los de Hollywood

Los trabajadores de la industria cinematográfica en Cuba piden tener un trato similar al que está teniendo Hollywood en la Isla.

Sin embargo, las productoras independientes de cine no están reconocidas ni legalizadas por el gobierno cubano; motivo por el cual lo tienen mucho más complicado para rodar en la Isla, teniendo que rozar ―en ocasiones― la ilegalidad.

Las producciones independientes pasan mucho trabajo para conseguir un permiso de filmación y desean dejar de “ser invisibles”.

Varios de los entrevistados en este reportaje de Martí Noticias opinan que la existencia de una “ley de cine” vendría a fortificar las relaciones entre el ICAIC y las pequeñas productoras independientes.

Según algunos realizadores, hay que cambiar ya los mecanismos de producción porque son obsoletos, y de ahí la necesidad de una “ley de cine” que ampare a los realizadores.

No están creados los mecanismos legales para hacer cine al margen del ICAIC, y por ese motivo los cineastas independientes navegan en una especie de limbo legal.

De ahí la importancia del llamado “G20”, un grupo de cineastas que busca una normalización legal que aboga por una “ley de cine”.

El director Pavel Giroud, asegura que en la dirección de Cultura del país, hay temor a la independencia de los creadores porque se tiene miedo de que eso, al mismo tiempo, genere independencia en los contenidos.

Culmina el reportaje estimando que el ICAIC recibió millones de dólares por la filmación de Fast & Furious.