Les mostramos un vídeo reciente de un grupo de turistas navegando en un catamarán por las costas de la Habana. Aunque son imágenes de la ciudad que todos conocemos, poder observarlas desde la perspectiva de un yate en el mar ha estado y está prohibido para todos los cubanos, tanto para los residentes en la isla como para los que han emigrado por cualquier motivo. En cambio, pueden ser disfrutadas cada día por turistas de cualquier lugar del mundo.
Aunque las nuevas regulaciones, que llegaron tras la polémica desatada hace unos días ante la decisión de Carnival de no permitir a cubanos subirse a bordo del primer crucero que llegará a la Isla, que motivó denuncias de medios independientes, protestas de ciudadanos cubanos, demandas y la posterior decisión de la compañía de cruceros de dejar comprar billetes a los ciudadanos cubanos, permiten que Cubanos entren y salgan de la isla en Cruceros y buques mercantes, se deja abierta y sin solución inmediata la prohibición vigente de entrar o salir de Cuba en yates de recreo y solo se menciona que de “forma gradual y una vez creadas las condiciones”, de entrada y salida de ciudadanos cubanos, con independencia de su condición migratoria, en calidad de pasajeros y tripulantes en embarcaciones de recreo (yates)”.
¿Tendremos que esperar 50 años más para poder disfrutar de nuestras costas en un yate?
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