Es un hecho que para millones de cubanos la visita del presidente norteamericano Barack Obama ―los próximos 21 y 22 de marzo― ha venido marcada por la ilusión que reviste un acontecimiento que no tiene precedentes para casi ningún cubano vivo; pues la última visita de un presidente estadounidense fue hace 88 años.
La ilusión toma formas diversas, la imaginación no falta en suelo patrio… y muchos cubanos son capaces de decir qué les gustaría mostrarle a Obama durante su visita, o qué consecuencias les gustaría que tuviera su visita a la Isla.
Si una virtud tiene el pueblo cubano es la de soñar, ¿quién lo duda?, pero los cubanos también son realistas, y por ello esperan que esta visita tenga consecuencias positivas y visibles para el pueblo.
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