Pese a que solo cuenta con 14 años, Omar nunca había experimentado el llamado espíritu navideño. Para él, no existían las Navidades con dulces y regalos.
El pequeño salvadoreño dedica su vida íntegramente a trabajar y a cuidar de sus hermanas.
Sin embargo, la solidaridad de los televidentes ha hecho posible que Omar y sus hermanas conozcan qué es la Navidad y la vivan como los niños de su edad.
Ahora ha visto cumplido su sueño y, además de ropa y regalos, por fin ha podido tener una bicicleta.
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