Ante las fallas notorias en la distribución de medicamentos a la población cubana mediante la red de farmacias en el país, los cubanos han acudido a resolver sus dolencias en un rincón oculto de la cultura cubana: los curanderos.
Si bien es cierto que hay enfermedades que no se curan con rezos, ni pasándose hierba por la cabeza, hay otras dolencias que sí pueden curarse con lo que brinda la madre naturaleza.
Yerbas como el romerillo, la sábila, el guisaso de caballo, rompe saragüey y otras muchas, han servido durante años a los cubanos para curar sus dolencias y enfermedades.
La medicina verde, alternativa y tradicional -como comúnmente se le conoce a esta cultura milenaria- en mano de los curanderos, compite ahora con médicos graduados y laboratorios especializados.
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