Una madre y su hija fueron detenidas en Hialeah por, supuestamente, robar medio millón de dólares a un doctor del hospital Palmetto.
Ambas engañaron al médico para que les diera 508 mil dólares destinados a pagar un abogado con el objetivo de ganar una demanda millonaria; a cambio él recibiría una parte del dinero que se obtuviera.
La demanda ficticia iba a ir dirigida presuntamente contra General Motors por la explosión del vehículo que manejaba una de las acusadas. Sin embargo, se comprobó que nunca existió esta acción judicial y que tampoco se contrató a ningún abogado.
La orden de arresto señala que durante tres meses la víctima retiró de sus tres cuentas bancarias el dinero. La víctima declaró que las detenidas le mostraron una carta firmada por un abogado en la que se afirmaba que recibiría casi dos millones de dólares en caso de ganar la demanda.
A la madre, que era el cerebro de la estafa, se le impuso una fianza de 5.000 dólares mientras que a la hija, que trabajaba como asistente del doctor, se le negó tal derecho.
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