Leordan Insua y su esposa Sullyn Martin forman parte de los cubanos que accedieron de forma ilegal a territorio estadounidense tras la eliminación de la política de "pies secos pies mojados".
Esta familia matancera, junto a su hija de cuatro años, cruzó el pasado mes de octubre la frontera por la localidad mexicana de Reynosa.
Pero el destino les preparó una suerte dispar a estos ciudadanos de la Isla, tal y como relató Martin. "Tuve que demostrar los motivos que me llevaron a huir de mi país. Tras la entrevista (del parole) me trasladaron a un lugar fronterizo donde estuvo pocos días", aseguró la inmigrante cubana a 'América Tevé'.
Sullyn y su pequeña vieron cómo las autoridades actuaron con rapidez y fueron puestas en libertad y sin fianza con un parole. Una realidad muy diferente a la que sufrió Leodan, que estuvo 42 días arrestado en un centro de inmigración del que salió tras pagar cinco mil dólares de fianza hace pocas semanas.
"Esas personas están bendecidas porque, con el parole que reciben en la frontera, un año y un día reciben su residencia", explicó el abogado Wilfredo Allen, experto en temas migratorios.
La libertad en forma de parole se convertirá en su billete para obtener la residencia permanente y posteriormente la ciudadanía.
En este sentido el letrado Allen alertó de la situación actual que se vive en los pasos fronterizos tras la decisión de Barack Obama. "Se ha convertido en un lugar de alto riesgo, la gran mayoría de los migrantes van a ser forzados a ir a un juicio de asilo político en detención. En esta situación la gran mayoría van a perder el juicio y corren el riesgo de ser deportados a Cuba de nuevo", añadió.
Según datos oficiales del gobierno de Estados Unidos, el número de inmigrantes cubanos interceptados en el mar se redujo en un 71 % en este último año, y de los detenidos en las fronteras terrestres del 64 %.
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