La vecinos de Muralla 212, en La Habana Vieja, están más que indignados. Viven en condiciones deplorables y no reciben ayuda alguna por parte de las autoridades cubanas.
Escombros, destrucción, insalubridad, peligro: son las palabras que podrían resumir el estado en que se encuentran viviendo los vecinos del 212.
Es sabido que el problema de la vivienda en Cuba es un punto clave y sin resolver. Y en esta zona de La Habana muchos son los que viven en edificios prácticamente en ruinas.
Estos entrevistados por CubaNet temen que en algún momento todo les caiga encima. En esta temporada ciclónica nadie sabe lo que podría suceder.
Viven en una constante tensión, los cuartos no tienen puertas ni ventanas, los techos están a punto de caer, los pisos están levantados.
Tampoco tienen agua o gas, y los escombros que permanecen a su alrededor provocan que hayan cada vez más ratas y mosquitos.
A estas familias el Gobierno les ofreció en una ocasión un albergue en las afueras de la ciudad para que vivieran, pero se negaron a aceptarlo, hasta que les ofrezcan algo mejor.
"Nos han engañado", dice el vecino Luciano Reinald Cuellar, quien se queja de la situación y de la actitud de las autoridades, cuando les dicen que no hay solución.
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