Adrián Jurado Espino llegó el domingo a Ciudad de México en compañía de su padre para poner fin a una enfermedad que le acompaña desde los seis años y que le ha llevado a tener un tumor de 4.8 kilos en la parte derecha de su rostro.
En el caso de este joven de 23 años es la 14ª operación a la que se somete para dejar atrás una enfermedad llamada displasia fibrosa poliostótica. En todas las anteriores el tumor siempre regresó a su lugar.
"Esperemos que logren quitarlo todo y, por supuesto, espero que lleven a cabo la cirugía reconstructiva en el futuro", aseguró el estudiante de ingeniería en declaraciones recogidas por Ruptly.
La esperanza y optimismo de Adrián, que reside en la localidad de Chihuahua, son sus mejores argumentos para dejar atrás los constantes momentos de dolor. La presión ejercida por el tumor cierra su ojo derecho y su garganta, al mismo tiempo que su desarrollo físico se ha detenido casi por completo.
Jurado Espino, quien trabaja en el sector de la construcción con su padre, también ve en la operación la solución para que la gente deje de preguntarle de forma constante por su aspecto.
Una historia que recuerda a la que vivió Emanuel Zayas, el niño cubano que fue operado el pasado mes de enero en Miami de un tumor facial de 4,5 kilos.
En aquella ocasión la intervención practicada por el doctor Robert Marx, jefe de cirugía oral y maxilofacial de UHealth, Sistema de Salud de la Universidad de Miami, consiguió eliminar con éxito el tumor, pero tuvo otras complicaciones que el pequeño no pudo superar.
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