
"No se estaban riendo de mí, se estaban riendo conmigo", así Donald Trump ha intentado salir airoso del singular momento que vivió el pasado martes, cuando durante su discurso en Naciones Unidas varios de los asistentes a la Asamblea se rieron cuando el presidente norteamericano dijo que su "administración ha logrado más que casi cualquier administración" en la historia de EE.UU.
Trump se vanagloriaba de su gestión, cuando las risas lo tomaron por sorpresa. De hecho indicó: “No esperaba esta reacción, pero está bien”, acto seguido sonrió él también y continuó su discurso.
Ayer, durante una conferencia desde Nueva York, cargó contra los medios, como suele hacer, y comentó que los reportes de prensa sobre lo sucedido eran falsos.
Luego minimizó lo sucedido, y destacó: “No se reían de mí. Estaban riéndose conmigo. Nos divertimos. No se rieron de mí. La gente pasó un buen rato conmigo. Lo estábamos haciendo juntos. Pasamos un buen rato. Ello respetan lo que he hecho”.
También añadió que aquel día estaba "frente a un gran grupo de personas altamente profesionales".
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