Siguen llegando desde La Habana testimonios estremecedores de víctimas del tornado que el pasado domingo devastó los municipios de Regla, Guanabacoa, Habana del Este, Diez de Octubre y San Miguel del Padrón, dejando cuatro muertos, más de 1.900 viviendas dañadas y unos 5.000 evacuados.
Es el caso de Mirn Nnagarian Toranzo, una abuela cubana a la que el tornado sorprendió con la puerta y una ventana abiertas. Al intentar cerrar la ventana, sintió como una explosión "muy grande". Cuando despertó, estaba tirada en medio de la calle y su nieto, de 10 años, con sangre en la cabeza, tenía una herida que necesitó tres puntos de sutura.
Al despertar, la mujer corrió hacia su casa. El pasillo de la vivienda estaba lleno de ramas de árboles. "Realmente fue muy duro", se lamenta, mostrando ante la cámara cómo quedó arrasada la cocina, la sala y el cuarto de la vivienda.
Lo han perdido todo, dice llorando. El tornado se llevó en un abrir y cerrar de ojos lo que ella había estado construyendo en los últimos 14 años. Pero lo que de verdad le emociona no es lo que le queda por delante sino saber que está viva por su nieto. "Mi nieto, con 10 años, me salvó la vida", cuenta deshecha en llanto.
El niño la abraza. Ya no tiene televisor. Sólo quedó la carcasa del aparato. El tornado se lo llevó.
Mirna Nnagarian Toranzo: Avenida Rotaria, número 570a entre E y D, Habana Nueva, Guanabacoa. (En el mismo semáforo de Guanabacoa). Teléfonos 52538991 y 55094361.
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