El mercado informal conocido como “La Cuevita”, ubicado en el municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, sigue siendo uno de los lugares que más curiosidad despiertan entre los cubanos, por la variedad de productos que ofrecen y sus precios.
Aunque “La Cuevita” ha sido asediada en varias ocasiones por la policía, que ha cerrado los negocios y frenado el mercadeo, el lugar se ha reinventado una y otra vez. Cuando los vendedores no pueden poner sus mesas con los productos, entonces los venden dentro de sus casas. Lo cierto es que el negocio en el barrio no para.
Varios callejones, rodeados de casas -en mal estado algunas-, con ambiente de negociantes, revendedores y policía, todo esto forma ya parte de lo folclórico que tiene la feria desde hace más de 10 años.
Valdría la pena preguntarse, por qué tantos cubanos llegan de tan lejos a “La Cuevita” y se llevan consigo artículos de todo tipo. Estas son algunas razones.
1-Encuentras lo más insólito
Hay muchos productos que se venden en “La Cuevita”, y que son difíciles de encontrar en las tiendas estatales cubanas. Por solo mencionar algunos de la larga lista, en esa feria clandestina puedes encontrar desde jarros y percheros de aluminio hasta palitos de tender ropa, pozuelos plásticos, escobas, cepillos, cubos, palanganas, zapatos, juguetes, maquinitas de afeitar, tendederas, morteros, machacadores de ajo, papel para forrar libros, jabones, ropa, sartenes, cazuelas, fogones. ¡Y la lista sigue!
2-Todo en un mismo sitio
Con solo recorrer unas cuadras, en “La Cuevita” encuentras lo que estabas buscando. Casi todo lo que necesitas va a estar allí y podrás llevarlo a casa.
3-Los precios
En “La Cuevita” puedes encontrar, por ejemplo, equipos electrodomésticos mucho más baratos que en cualquier otro lugar. Además de la variedad de productos, los costos de estos son menores, y por tanto, muchos compran por cantidades.
4-Haces tu propio negocio
La figura del revendedor, esa persona que llega a comprar varios productos a precios más bajos para luego comercializarlas por su cuenta, aflora cada vez más en “La Cuevita”. O sea, de alguna manera esta feria ilegal ofrece también trabajo a otros que necesitan ganar dinero. Toda una cadena del negocio.
5-Aprendes lenguaje en clave
Los vendedores de “La Cuevita” saben entre ellos que cuando se grita la palabra “¡Agua!”, es una manera de avisar que se acerca la policía, y que por tanto deberán esconder lo mejor posible sus productos. Aunque las autoridades realizan frecuentemente redadas en el lugar, los vendedores se empeñan en el intento de ganarse la vida en el mercado ilegal más famoso de La Habana.
Si has visitado "La Cuevita", seguramente tendrás las mismas razones u otras para llegar a ella. Estas son las nuestras. ¡Comparte las tuyas también!
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