Hay quien dice que existen dos tipos de personas en este mundo, los que adoran el café y los que no. Sin ánimos de ser extremistas, podemos asegurar que ni mezclado con chícharo, ni frío por el paso del tiempo, ni amargo, nada en este mundo aparta a un cubano de su buchito de café diario.
El café, introducido en Cuba en 1748, se convirtió rápidamente más que en hábito, en ritual de profundas connotaciones socioculturales. Un clima subtropical, temperaturas promedio de 23 a 28 grados en zonas montañosas con alturas entre 350 y 750 metros sobre el nivel del mar, propiciaron óptimas condiciones naturales para su desarrollo como uno de los principales renglones económicos del país.
Esta oscura bebida de sabor fuerte y olor penetrante se ha convertido, sellando el sabor del postre final, en el broche de oro en las cenas de la familia cubana, ha devenido además pretexto perfecto para hacer una pausa en el trabajo, para fumar un cigarrillo o un buen puro. La versatilidad que la distingue le ganado un rol privilegiado en la cultura culinaria, la repostería y la coctelería de la isla.
Si un cubano te invita a tomar un “buchito” de café, está reconociendo frente a ti el reclamo existencial que impulsa sus días, y abriéndote además las puertas de su hogar y de su corazón. Una tacita de café compartida entre cubanos propicia gratas conversaciones y es siempre comodín para buenos momentos.
A continuación compartimos contigo 6 de los motivos que impulsan una costumbre ancestral de los cubanos: el acto de beber café, tratado por el Apóstol Nacional de Cuba José Martí como el “fuego suave, sin llama, sin ardor, que aviva y acelera toda la ágil sangre de mis venas”. ¿Te apetece un buchito?
1. Visitar y que te visiten
Los cubanos nos valemos con mucha frecuencia de la invitación a tomar café para conocer personas, reunirnos con otras que no veíamos desde hace mucho e incluso para flirtear o “echar pila”, como se dice en buen cubano. En la mayoría de los casos la invitación a tomar café en Cuba se utiliza además como recompensa para el vecino que te ayudó a instalar el televisor o te hizo algún trabajo de plomería. Sea el que sea el motivo que la acompañe, la invitación a tomar café siempre sacará una sonrisa al invitado.
2. Romper el hielo en una conversación
En Cuba es muy común llegar de improvisto a las casas ajenas, ello no es considerado como una falta de cortesía sino un reflejo del agitado día a día y la falta de medios de comunicación interpersonal (las tarifas celulares en la isla andan por los cielos y muchos no poseen teléfonos en sus hogares). Ergo, el cubano al que le cae una visita inesperada, tendrá siempre bajo la manga la tacita de café, que ayudará a propiciar y animar la conversación con cualquier vecino, ex-colega de trabajo o pariente del campo.
3. Empezar el día con el máximo de "batería"
Para el cubano no hay forma mejor de abrir la jornada que con una tacita de café bien fuerte y puro o mezclado con leche. El café recarga nuestras energías y preparado a lo cubano, con poca agua, nos pone en modo “a comernos el mundo”. El café en la mañana es ideal para despertarnos por completo y entrarle con todo a las guaguas, al calor o al bullicio diario.
4. Gozar el ritual mañanero
Abrir los ojos y sentir el inigualable aroma del café en la mañana preparado por las manos de tu abuelita y con ese puntico de azúcar exacto y algo de canela, es una de las mejores delicias que un cubano puede experimentar en su vida. Una casa con olor a café será siempre el hogar para el cubano, así se encuentre en la Conchinchina.
5. Motivo de orgullo nacional
En la isla existen diversas variedades del fruto del café, entre las que figuran el Typica, el Bourbon, el Caturra (amarillo y rojo), Catuai (amarillo y rojo), San Ramón y Villalobos. También se obtiene el Chrystal Mountain, uno de los más demandados y mejor pagados del mundo. Ello le ha ganado la fama a Cuba de portadora de algunas de las marcas más conocidas de este producto a nivel internacional. Como marcas de café cubano destacan el Cohiba Atmosphere, Montecristo Deleggend, Turquino Montañés, Serrano Selecto, Cubita, Caracolillo, Monte Rouge, Indiana, Escorial y Regil.
6. Ayudar a difuminar las penas y dolores
Adiós al estrés y la migraña, el hábito del café puede ser hasta anticancerígeno según recientes estudios médicos. No tanto su consumo como el ritual que lo acompaña (que nos obliga a hacer una pausa en la jornada laboral o actividad creativa), es una de las razones por la cual puede alejarnos del estrés relacionado con el trabajo.
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