Flor de Jamaica: una bebida por la salud y la tradición

Una pequeña flor de color rojo intenso se extiende ahora por huertos y parcelas de la Isla de Cuba como sorprendente regalo de la naturaleza y la tradición. La flor de Jamaica, famosa en otras naciones por la  apetecida infusión que se obtiene de sus pétalos, dejó de ser un rito exclusivo de países como Egipto, donde la reverencian como la bebida nacional, llamada Karkadé por los lugareños.

El cultivo de la planta, que es un arbusto de aproximadamente tres metros de altura,  crece hoy en Pinar del Río no sólo por las bondades que tiene su té sino por los poderes medicinales que se le atribuyen.

Su nombre científico es Hibiscus sabdariffa y se dice que ayuda a normalizar la presión arterial. El agua de la Jamaica es un diurético, o sea aumenta la cantidad de orina excretada por el organismo, de esta forma ayuda a la limpieza interna y a eliminar el exceso de agua en el cuerpo. Por eso también es una parte importante en las dietas de reducción de peso.

Se señala que su consumo colabora en la expulsión de microorganismos que se alojan en el estómago y son causantes de afecciones gastrointestinales, contribuye también al saneamiento renal y a la digestión, entre otros aportes a la salud.

Su lugar de origen es África. Algunos historiadores aseguran que es natural de la India, de donde llegó a América a través de la Nao de China, embarcación procedente de ese país que durante la época de la colonia servía para el intercambio comercial entre la Nueva España y Asia.
 
La producción de la flor ha ido incrementándose por el mundo debido a sus dones curativos.

México es una de las naciones donde el cultivo de la planta tiene gran arraigo, allí se emplea, además, en la elaboración de gelatinas e infusiones, así como en la preparación de mermeladas, jalea, cremas y otros derivados.

Ahora los cubanos pueden disfrutar de la flor de Jamaica,  para hacer un brindis por la salud y la tradición.