Tras reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y con el presidente israelí, Reuven Rivlin, el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, visitó este lunes algunos de los sitios más sagrados de Jerusalén.
Donald Trump se ha convertido, así, en el primer presidente de EE.UU. en visitar el Santo Sepulcro y el Muro de los Lamentos. Hasta ahora, los presidentes norteamericanos habían evitado esa visita por el significado político que tiene ese destino, si bien es cierto que Barack Obama lo visitó en 2008 cuando era aspirante demócrata a la presidencia, Bill Clinton tras haber dejado la Casa Blanca y George H. W. Bush cuando aún era vicepresidente.
El presidente norteamericano Trump, por su parte, arribó a la basílica en compañía de su esposa Melania, de su hija Ivanka y de su yerno, Jared Kushner.
Todos fueron escoltados por religiosos que golpeaban rítmicamente el empedrado con bastones.
En la iglesia se detuvieron en el Calvario o Gólgota ―lugar de la crucifixión― y en la Piedra de la Unción, donde se preparó el cuerpo de Cristo tras ser bajado de la cruz, además de la tumba de Jesús y el relicario del Patriarcado Griego Latino.
La comitiva se desplazó luego hasta el Muro de los Lamentos, situado a pocos metros del Santo Sepulcro, y lo hicieron acompañados del rabino del muro, Shmuel Ravinovich.
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