El preso político Eldris González Pozo sufrió un infarto cuando se encontraba en el recinto penitenciario de Mar Verde en Santiago de Cuba, donde realizaba una huelga de hambre, por lo que fue hospitalizado y operado de urgencia.
“Él estaba en la prisión de Boniato, que lo estaban atendiendo de su problema de la pierna, y entonces empezó a vomitar, se desmayó, se puso frío y le dio un infarto; el martes (3 de mayo) por la tardecita”, contó su hija Evelin González Soler a Radio Televisión Martí.
La joven dio otros detalles del procedimiento quirúrgico y señaló que lo operaron rápido pues “le ponen un ‘muellecito’ para que pueda drenar la sangre, porque no le drenaba”. “Ya está estable; grave, pero estable”, dijo también la hija del opositor.
De acuerdo con sus declaraciones, González Pozo recibió el alta médica del hospital provincial Saturnino Lora y fue trasladado al centro médico de la prisión de Boniato, desde donde será llevado al correccional Confianza, aledaño a la cárcel Mar Verde.
El integrante de la Alianza Democrática Oriental (ADO) fue condenado a tres años de prisión en abril de 2021 por desacato, atentado y desobediencia, luego de que unos carteles antigubernamentales aparecieron en varios espacios públicos de Santiago de Cuba, en lo que sin dudas constituye"una causa inventada por la Seguridad del Estado", según comentó el Centro por una Cuba Libre a la agencias española de noticias EFE.
González Soler aseguró que antes del traslado de su padre de la prisión del Mar Verde, poco antes del episodio cardíaco, este le pidió que le pidió que se comunicara con el periodista independiente Rolando Rodríguez Lobaina, quien dijo a Radio Televisión Martí que las autoridades: “Querían llevarlo a provocarlo a la prisión, y en esta cuestión es que se produce (el infarto)”. Rodríguez Lobaina comentó además que “no tenía medicamentos para su enfermedad y, bueno, se operó y salió bien, pero eso todavía hay que ver”.
La hija del preso político también anunció el 29 de abril que González Pozo iniciaría una huelga de hambre, plantado por su propia libertad. Afirmó que lo habían sacado del hospital, aunque su condición era seria, pues “estaba orinando sangre”.
Apenas un día antes denunció que su padre había estado internado en el hospital provincial de Santiago de Cuba en estado de gravedad por complicaciones de una espondilitis anquilosante, una forma crónica de artritis que afecta la base de la columna vertebral, para la que apenas ha recibido tratamiento desde su encarcelación.
Por esta condición médica González Pozo solicitó una licencia extrapenal que le fue denegada por las autoridades. "En la prisión le están negando la atención médica y lo están torturando con eso y negándole la libertad extrapenal. Mi padre tiene una prótesis total de cadera producto de la enfermedad y está muy mal de salud", dijo la hija en ese momento.
En septiembre de 2021, González Soler repudió las presiones que realizaba la Seguridad del Estado para lograr que ella misma testificara contra su padre. "Quiero denunciar a una capitana que se llama Oliva, que me está llamando para que declare en contra de mi papá", apuntó la joven en esa oportunidad.
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