Inicia reparación del Puente Giratorio de Matanzas tras años de abandono

El Puente Ferroviario Giratorio de Matanzas, una joya de la ingeniería cubana construida en 1904, ha comenzado finalmente su proceso de reparación tras años de abandono.

Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte de Cuba, informó en Facebook este domingo que el puente se encuentra actualmente en desuso, con graves daños por corrosión en elementos clave como el cordón superior y los nudos de su armazón.

Subrayó que, aunque su alineación no presenta deformaciones permanentes, el eje central de giro está altamente degradado por acumulación de basura y falta de mantenimiento, y su mecanismo rotatorio ya no funciona.

Además, justificó que la rehabilitación del puente se había postergado durante años debido a la falta de financiamiento y a las dificultades para contratar un constructor especializado.

No obstante, un nuevo proyecto desarrollado por la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería de Matanzas, con apoyo presupuestario del Ministerio de Transporte, ha permitido el inicio de trabajos preliminares.

Las acciones contempladas en la restauración incluyen limpieza profunda mediante técnicas como sand-blasting o hidro-blasting, reparación y sustitución de elementos estructurales dañados, aplicación de pintura protectora conforme a normas técnicas especializadas, y una prueba de carga instrumentada para evaluar su capacidad estructural tras la intervención, recalcó.

Aunque por ahora no se contempla la recuperación del mecanismo de giro original, la restauración del Puente Giratorio representa un paso significativo –y bastante demorado– para la recuperación de una pieza invaluable del patrimonio de Matanzas.

Este histórico puente, que conecta el puerto con la zona industrial de la ciudad, fue diseñado con un mecanismo rotatorio que permitía el paso de trenes sin obstaculizar la navegación por el río San Juan.

Fabricado originalmente con piezas importadas desde Estados Unidos, ha sido testigo de la evolución del sistema ferroviario cubano a lo largo de más de un siglo.

Sin embargo, el paso del tiempo y las condiciones ambientales, especialmente la exposición constante al ambiente marino, han provocado un severo deterioro estructural.

A pesar del alto nivel de abandono, esta reliquia de acero suspendida sobre el río San Juan, sigue siendo un lugar de encuentros, promesas y decisiones que desafían la lógica, y la seguridad.

Su estructura, que ha resistido el paso del tiempo y el abandono, fue recientemente escenario de una historia de amor con tintes de peligro, cuando una pareja de jóvenes eligió el emblemático puente como refugio ante la falta de opciones recreativas.

Sin embargo, no es el único componente vial que enfrenta un severo abandono. El puente ferroviario de Versalles, que une las riberas del río Yumurí en Matanzas, ha sido durante años una conexión vital entre la ciudad y su Zona Industrial; no obstante, en la actualidad su estructura metálica luce gastada, salpicada de óxido y desgastada por el tiempo.

Este puente, con sus altos arcos de metal y rieles enrojecidos por las chispas de los trenes que aún lo cruzan, se erige como un recordatorio de épocas pasadas, y también refleja la desidia que impera en el país, tal y como se puede apreciar en las imágenes compartidas por el oficialista periódico Girón.

Preguntas frecuentes sobre la reparación del Puente Giratorio de Matanzas y el abandono de infraestructuras en Cuba